Rubén Cáceres vive la previa a la primera visita del TC a Centenario con más adrenalina que cuando se subía a su Renault 18 de rally o peleaba el título del TC Neuquino con su Chevrolet. Es que es uno de los gestores de la presentación de la máxima categoría del automovilismo argentino. Sabe que para la Asociación Automovilística Centenario Competición será un antes y después en su historia.
Por eso, al igual que los otros integrantes de la entidad, en la previa se multiplicaron para estar en todos los temas organizativas, porque pretenden que la fiesta sea completa.
Reuniones con el gobierno, con la policía, o con los dirigentes de la ACTC, los que estuvieron un par de veces en Neuquén, fueron algo común en los últimos meses.
Ahora, llegó el momento esperado. Cáceres sigue acelerando a fondo, porque quiere tener todo bajo control, aunque siempre hay tiempo para la milésima recorrida por el circuito y también para hablar de sus expectativas.
-¿Desde que empezó la obra del autódromo, el TC era el objetivo?
-El autódromo se construyó pensando sobre todo que no tuviéramos ningún problema en traer al TC. Al ser tan profesionales los pilotos y muy buenos los autos, buscamos que fuera ancho y ligero con curvas con ciertos grados de dificultad para que se pasen. Creo que lo logramos. También se buscó hacerlo con la mayor seguridad posible. Trabajamos mucho para lograr estos objetivos y como todo en la vida los objetivos se logran.
-¿Qué se siente en la previa a semejante espectáculo?
-Sentimos que estaremos acompañados, todos saben que no es fácil traer a esta categoría, la más popular de Argentina.
-¿Cuáles son las expectativas en relación con el público?
-Muchas, todos hace cálculos en la previa. Nosotros esperamos ver lo que reflejan las boleterías. Necesitamos mucho el apoyo para cumplir nuestros compromisos, como también seguir haciendo obras en el autódromo.
-¿Qué siente cuando elogian tanto la obra?
-Un gran orgullo. Trabajamos pensando en tener el mejor autódromo posible. Realmente, nos estamos sacando una gran mochila de encima.
-¿Qué le falta al autódromo para estar cómo ustedes quieren?
-Cosas que todos conocemos, como la forestación. Por eso, queremos parquizar todo el circuito. También apuntamos a contar con nuestras tribunas y no depender del alquiler de las mismas. Entre las necesidades, hay que construir un kartódromo, hacer la casa del cuidador, poder contar con una sala de reuniones. A futuro, pretendemos tener lugares con parrillas para que la gente disfrute los fines de semana, sin necesidad de ver una prueba.