Ese lugar tan anhelado y casi siempre esquivo, es finalmente una realidad palpable. Deportivo Roca pudo de una vez por todas, plasmar en la cancha el primero de los objetivos para soñar con un ascenso: estar en la segunda fase del Argentino B.
Su juego esta vez no fue precisamente vistoso, pero le sobró temple y actitud para darle vuelta esta especie de "final" a Deportivo Madryn y vencerlo por 2 a 1. La victoria colocó al Naranja en la cima de la tabla y también en la segunda ronda, donde deberá enfrentar en partido de ida y vuelta al otro clasificado del grupo 1, que se va a definir en la última fecha el próximo domingo.
Los primeros minutos del encuentro jugado ante 2.000 personas en el Luis Maiolino, desnudaron las dificultades que tendría Roca en ofensiva. Sin Leyder Moreno Asprilla (suspendido) y con el goleador Cristian Taborda en el banco (no se alcanzó a recuperar del todo de un golpe en la rodilla), el equipo de Ricardo Pancaldo apostó arriba con un delantero neto como Emiliano López y un media punta clásico como es Juan Manuel López, en un esquema 4-4-2 y no 3-4-1-2 como es característico en el Depo cuando juega en casa.
Apenas una llegada de Prioreschi, que sacó abajo Mulieri, y dos cabezazos, ambos desviados, de Malco Pellegrini, se le pudieron contabilizar a Roca. Madryn no hacía mucho más, pero a los 28´ Rodrigo Bona tomó un tiro libre desde 30 metros y sorprendió a Navarro, quien pudo verse perjudicado por la deficiente luz artificial del estadio.
Pancaldo no movió el banco para el comienzo del ST y le dio crédito al once inicial. Y más allá de que Cristian Taborda ingresó a los 15´, la sociedad López & López le respondió con goles la confianza que depositó en ellos el DT.
A los 2´ lo tuvo Lucas Príncipe tras un corner, pero su remate dio en el travesaño. Roca avisaba. A los 19´, también desde un tiro de esquina ejecutado por Maxi Prioreschi, el ´Colo´ Emiliano López se elevó más que nadie en el área chica y con un frentazo inatajable estableció la igualdad.
Roca se le fue encima a Madryn, que acusó el golpe. A la media hora, el fondo aurinegro quiso salir jugando, Héctor Castro (una de las figuras) interceptó en tres cuartos de cancha y le cedió el balón a Juan Manuel López, quien al pisar al área le dio con alma y vida y la metió abajo, a la izquierda de Mulieri.
Madryn tuvo un par de chances para igualar. Una de Villarroel, que se fue cerca, y una chilena de Ríos que también se perdió afuera por poco.
Los nervios marcaron el pulso en el final, pero una vez que se escuchó el pitazo final, el desahogo liberó el grito contenido y la alegría fue toda naranja.