"Muchachos, lo saqué (a Martín Palermo) porque jugó dos partidos en tres días y estaba cansado. No busquemos polémicas, déjense de embromar". El pedido fue de Abel Alves, el DT de Boca, quien mostró una cara muy diferente a la del viernes, cuando dio la conferencia post clásico.
El delantero se retiró de la cancha al banco de suplentes con un gesto que combinaba incredulidad y fastidio. Lo reemplazó Lucas Viatri, que hizo poco y nada.
Antes de la respuesta que cerró el contacto del técnico con la prensa, el "Chueco" dijo que "hubo un Boca en el primer tiempo y otro en el segundo. Hasta que nos aguantó el aire hicimos un partido, después el cansancio nos mató. En tres minutos se nos cayó todo".
El entrenador fue el único integrante de la delegación que habló con los periodistas, ya que los jugadores salieron en fila india sin hacer declaraciones y con caras de estar bastante golpeados por la derrota.