Maronese tiene una de las delanteras más certeras, pero ayer los héroes de la clasificación fueron su arquero Nelson Churrarín y el defensor Gastón Fuentes. El ´Dino´ venció a Unión 1-0 en los 90 reglamentarios y 5-4 en los penales, y así pasó a la cuarta ronda del Torneo del Interior.
Independiente de Río Colorado también sufrió para vencer en su cancha a Lavalle y avanzar de instancia, mientras que Estudiantes de Bariloche se volvió con las manos vacías del sur porque Defensores de la Ribera le ganó 2-0.
Los primeros 45 minutos de la vuelta jugada en la cancha del Mago fueron parejos, intensos y con un par de situaciones de peligro por ambos lados.
Se trató de un duelo medido y jugado con los dientes apretados entre dos equipos con aspiraciones de ascenso. La más clara del local fue a los 23, con un buen disparo de Martín Sánchez que tocó Churrarín, pegó en uno de los palos y se perdió afuera.
La visita contestó igual, porque Mario Barros se movió bien y descerrajó un disparo que activó los reflejos de Alexander Vásquez.
En el ST, Hugo Silva mandó a su hijo a la cancha, decidido a atacar con tres delanteros porque con ese resultado se quedaba afuera (la ida fue 2-1 para Unión) y el ´Dino´ igualó rápido la serie con un cabezazo de Fuentes. Todo Unión reclamó una falta contra Vásquez, que quedó tendido en el césped y fue asistido por largos minutos. Desde ahí y hasta el final el local fue más y tuvo tres chances de peligro (mano a mano de Chavarría y disparos a los postes de Vianna y Sánchez), pero la historia llegó a los penales. Los cinco disparos de Maronese fueron a la red (el de Fuentes incluido) y Churrarín le atajó el disparo a Sergio Rocha, para alegría neuquina.
En Río Colorado, Independiente tenía que ganar para pasar de instacia, beneficiado por el 0-0 de la ida. El Rojo pegó rápido, a los 16, con una contra de Lucas Millán que, tras una combinación con Cristian Vedobatti, terminó él mismo. Lavalle, con más garras que ideas, complicó al local y llegó a la igualdad sobre los 33, cuando después de un corner Martín Sclegel facturó de cabeza. La impaciencia local comenzaba a rondar por el estadio cuando otra vez Millán aprovechó un centro de Vedobatti y no perdonó.