No fue la mejor versión de Deportivo Roca en el campeonato. Su juego estuvo lejos de ser vistoso, no goleó como en los últimos dos cotejos en casa y sufrió hasta la pitada final. Pero los clásicos hay que ganarlos, no interesa cómo.
El Naranja privilegió el viejo mandamiento futbolístico por sobre todas las cosas, y superó 2-1 a Independiente en el Luis Maiolino.
Con esta victoria, y beneficiado por las derrotas de Deportivo Madryn y Cruz del Sur (ver aparte), el equipo de Ricardo Pancaldo manda ahora en soledad en el grupo 1.
No le resultó nada sencillo al Naranja mantener el invicto que ostenta de local. Más allá de su actual posición en la tabla, el Rojo neuquino fue un digno rival que lejos estuvo de meterse atrás.
Por el contrario, Independiente fue el tuvo las primeras chances al comienzo, con un tiro libre de Pirotta primero y un remate cruzado de Manchafico, que se fue cerca, poco después. Pero la efectividad estuvo de lado del local, cuando a los 17´ en la primera situación clara que tuvo, Roca facturó.
Ramírez buscó a Taborda en el centro del área, pero el goleador no pudo controlar. El balón le quedó a Prioreschi, quien entrando por el segundo palo sometió a Peralta con un fortísimo derechazo.
A pesar de la ventaja, el juego asociado de Roca apareció en cuentagotas e Independiente comenzó a transformar a Navarro en figura. El ´1´ de Roca le ahogó el grito a Ramos en dos oportunidades y también a Pirotta.
El Depo salió a justificar la ventaja en el complemento. Moreno Asprilla tuvo socios para la ofensiva y el partido se hizo más abierto, ya que el Rojo siguió en búsqueda de la igualdad. Taborda desperdició un par de ocasiones apenas arrancó el ST, y también Asprilla. Estaba claro que Roca quería más e Independiente lucía perdido.
Alertado, el DT Rojo Roger Morales metió mano al banco y sacó a un volante (Lizaso) por un delantero (Kees) para formar el tridente con Sáez y Maripil. Mientras crecía la labor de José Fleita atrás, el circuito ofensivo de Roca no podía aprovechar las ventajas defensivas que daba Independiente, a causa de su adelantamiento en pos de la igualdad.
Roca pagó la falta de efectividad con un penal. El árbitro pampeano Norberto Britos, de floja labor, vio un agarrón de Príncipe a Pirotta en el área, que Manchafico cambiópor gol. Iban 34 minutos.
El Depo fue con desesperación en busca del triunfo y consiguió la chance gracias al atrevimiento de Asprilla, una de sus figuras. A los 40´, Ramos lo bajó al colombiano en el área, Britos pitó el penal y Taborda ejecutó la pena.
El Maiolino estalló en algarabía naranja y de ahí hasta el final fue todo sufrimiento porque Britos hizo jugar el clásico hasta los 51´.
El derby fue del Depo que ahora en soledad mira a todos desde el sitial privilegiado y sigue soñando.