Lesionado y confirmado para saltar a la cancha cinco minutos antes del partido decisivo, David Nalbandian puso su talento y el alma para darle a la Argentina el 3-2 ante Suecia, en Estocolmo, y clasificar a los cuartos de la Copa Davis, donde se las verá con Rusia, otra vez como visitante.
En el Kungliga y sobre carpeta indoor el de Unquillo (154 del mundo después del parate por lesión), derrotó por 7-5, 6-3, 4-6 y 6-4 a Andrea Vinciguerra (232), en dos horas y 35 minutos.
El sueco salió decidido a aprovechar que David no estaba en óptimas condiciones físicas por una contractura en el isquiotibial izquierdo. Le quebró el servicio en el tercer juego e hizo aparecer algunos nubarrones sobre el argentino, quien rápidamente los disipó y con dos roturas se apoderó del primer set.
En el segundo, el David demostró que, más allá de los problemas físicos, el ranking de uno y otro (aunque el del argentino sea "mentiroso") establece la diferencia de jerarquía. El 6-3 lo dejó en claro.
Pero el rendimiento del sueco subió en el tercer parcial, y el local pudo capitalizar una de las cuatro chances de quiebre que tuvo y así sacar la mínima diferencia.
En el cuarto, pese al envión que traía Vinciguerra desde el set anterior, Nalbandian mantuvo la tranquilidad y pudo inclinar la balanza con un quiebre.
A partir de allí, con un tenis sólido, "Nalbi" no dio ninguna chance de recuperación y por ese camino construyó un pase que sin dudas fue sorpresivo por la condición de visitante, por la superficie rápida y por haber llegado con David limitado por su físico y sin Juan Martín Del Potro ni Juan Mónaco.
De todas maneras, más allá de que no serían las primeras opciones de Modesto Vázquez si aquellos tenistas no estuvieran con problemas físicos, tanto Eduardo Schwank, Leonardo Mayer y Horacio Zeballos cumplieron con creces la dura misión en la península escandinava.
La siguiente escala será entre el 9 y el 11 de julio cuando visite a Rusia, tal vez en una superficie igual o más rápida que la que se usaron los suecos. Pero para ese cruce falta y es momento de disfrutar el gran golpe de ayer.