Suena a música para los hinchas, pero lo que dice Matías Gímenez, hasta ahora el único refuerzo, es cierto: "Soy hincha de Boca desde chiquito". Por eso, aclara, rechazo varias propuestas de clubes de acá y del exterior.
"Vengo a aportar lo mío y estoy dispuesto a jugar en el puesto que sea, donde me pida (Alfio) Basile, para poder ser parte de este gran plantel y aportarle mis virtudes al grupo, ya que hace mucho que no juego y sinceramente tengo muchas ganas de debutar con esta camiseta", reconoció, el mediocampista que dejó Tigre, el club de toda su vida, para jugar en el de sus amores.
"Estoy trabajando duro en esta pretemporada, la ansiedad ya me pasó y la verdad es que deseaba mucho este momento", afirmó, desde la apacible Posada de los Pájaros, en la sierra de Tandil, el jugador nacido el 23 de diciembre de 1984 en Apóstoles, Misiones.
Giménez se inició futbolísticamente en las inferiores de Tigre, donde en agosto de 2003 (vs. Talleres RE 3-0), por lo que fue protagonista de la llegada de Tigre de la B Metropolitana a Primera División. "De Tigre tengo gratos recuerdos y también ingratos", dijo refiriéndose a que el año pasado sufrió amenazas de la barra brava y admitió que "quería cambiar de aire" por esa situación vivida.
Sobre el futuro inmediato de Boca, Giménez apunto: "El objetivo del grupo es pelear el título, obviamente. Pienso que hay material suficiente para luchar por el torneo y seguramente vamos a estar peleando, no me cabe duda" .