Para la Liga Confluencia, el 2009 fue una extraña conjunción de confirmaciones y sorpresas futbolísticas, con graves hechos de violencia.
En el repaso de la temporada se destacan los regresos a la competencia de dos históricos como San Martín y Deportivo Huergo, más el debut de Los Unidos.
En lo deportivo, el Apertura tuvo una emocionante definición.
Saltense y Atlético Regina terminaron con los mismos puntos y por ello disputaron una final a todo o nada, que consagró a los de Cinco Saltos por primera vez en su historia tras el triunfo 2-0 en cancha de Unión de Allen.
Precisamente los Magos de Fabián Pacheco fueron los dueños absolutos del Clausura.
Con un equipo cada vez más aceitado y que este mes comenzará a desandar el interminable camino del Torneo del Interior, le sacó nada menos que siete puntos a Atlético Regina, su escolta. Los de la Perla del Valle junto a Saltense y Unión, serán los representantes de la Confluencia en certamen nacional.
En el debe, aun queda para solucionar la cada vez más preocupante violencia, que no es exclusividad de la primera división. Como ejemplos: los diez y cinco años de suspensión que recibieron los jugadores de tercera de Obrero Dique Juan Morales y Damián Tapia, o los incidentes entre los jugadores de sexta de Unión y Los Unidos que terminó con jugadores hospitalizados.
Los grandes también se portaron mal. Walter Salamanca y Daniel Ñancufil (Alto Valle) fueron suspendidos por dos años, al igual que Diego Lefiñanco (Fernández Oro) por pegarle una patada en la cabeza a Damián Lezaeta.
Además hubo graves incidentes en el clásico Deportivo Roca-Argentinos, Alto Valle perdió el clásico con Unión por inundar la cancha y después fue sancionado con una gran quita de puntos por deudas con la Liga, una abultada multa económica y la prohibición de ingreso a la cancha para sus hinchas. Esta misma sanción la sufrió Atlético Regina luego de que barra bravas agredieran al presidente la Confluencia Antonio D´Angelo en cancha de Catriel