Entre luces y sombras pasó una nueva edición del certamen regional de rally. La popular categoría no tuvo el nivel de convocatoria de otras épocas y sólo se incrementó la cantidad de participantes cuando compartió las pruebas con el Argentino. Uno de los puntos más destacados fue la consagración del barilochense Daniel Llanos como campeón de la Súper R y el absoluto.

Las convocatorias rondaron los cuarenta de promedio en cada prueba, incrementándose en Plaza Huincul, Vuelta de la Manzana y Bariloche.

Precisamente, por depender del Argentino, el certamen se diagramó de una forma y se cumplió de otra, respetándose muy pocas fechas de las pautadas. Un tema a resolver a futuro, más que nada para evitar superposiciones con otras categorías y conflictos.

La tracción integral se fue cayendo a pedazos, después de un buen comienzo. Terminó siendo un mano a mano entre Llanos y Raúl A. Martínez. La falta de participantes en nada desmerece la consagración del barilochense, un piloto de enorme futuro.

La simple, por lejos, tuvo mejor nivel que el Argentino, donde los campeones fueron regionales como el cipoleño Manuel Machinea en el Grupo N-3 y el catrielense Darío Hernández en la Clase A-6.

En el regional hubo dos que sobresalieron. Una, el Grupo N-2, por cantidad y calidad. Se definió en la última prueba y sorprendió Darío Sambueza, que desbancó favoritos.

La otra, la A-6, la más numerosa de todas, tuvo en Oscar Sabas Otta al campeón y con mucha ventaja.

El Grupo N-3 tuvo como campeón a un gran piloto como Oscar Ibargüen, quien en principio tuvo la contra de Mauro Debasa, pero después se quedó solo en una categoría que pide a gritos un cambio.

La A-7, en la que salió campeón Jorge Bittar, pasó sin pena ni gloria, lo mismo que la A-1, con título para Marcelo Layán, que aportó pocos participantes.