El Apertura de la liga neuquina fue escandaloso por donde se lo mire. Es más, habrá que agudizar demasiado la memoria para recordar un campeonato tan mal organizado, plagado de errores y de hechos de violencia, como el que transcurrió en los primeros meses de 2009. Hubo partidos suspendidos por incidentes, dirigentes que agredieron a árbitros, fallos polémicos del Tribunal de Penas y hasta un paro de colegiados.
En medio de tantas irregularidades, al presidente de Lifune, Gustavo Celayes, se le ocurrió "solucionar" el problema contratando a la empresa de Carlos Escobar, que mandó a dirigir a las canchas neuquinas a "hombres de negro" fuera de ritmo y, dicen, jubilados.
El Apertura lo ganó Centenario a pesar de los 6 puntos que le quitaron. La final la disputó contra Maronese, un equipo que se sintió perjudicado después de que, con un par de semanas de retraso, el Tribunal fallara a favor de Petrolero en un reclamo de puntos contra Sapere. En la segunda parte hubo parches, pero...