La conquista de la Copa Aclav, el Súper 8 y la liga 2009, no hicieron más que demostrar que en la Argentina el dueño de la pelota sigue siendo el mismo: Bolívar.
Esto es justo y merecido, porque ganó sus títulos en buena ley, pero también tiene un costado negativo, que repercutirá en el futuro de la liga.
Por capacidad económica, Bolívar viene siendo desde hace varias temporadas "el" equipo. La Unión de Formosa y UPCN Voley se armaron como para terminar con el reinado y realizaron una importante inversión. Sin embargo, los tres títulos conseguidos por el conjunto de Javier Weber, indica que fracasaron.
La atomización es innegable y la carrera por alcanzar a Bolívar está llevando al torneo a ser un coto de pocos. La Aclav tiene que reflexionar sobre esto.
Esta realidad necesita una modificación, pero todavía nada se ha hecho, y eso es lo malo.