En medio de una carrera brillante, Federer cerró un 2009 inolvidable, con dos puntos altos: pudo ganar Roland Garros, el único GS que le faltaba (foto), y con
su conquista en Wimbledon superó a Pete Sampras en Grand Slams logrados:
15 a 14. Así, el suizo se transformó en el mejor de la historia.