NEUQUÉN (AN).- Después de dos suplementarios, Independiente logró una gran victoria sobre El Nacional y encarriló su aspiración de lograr un lugar en el TNA-1. Además sirvió para calmar las aguas antes del receso -el Rojo queda libre en la próxima-, en un equipo que está diezmado y con problemas económicos que siguen sin respuesta.
Pablo Bendel se hizo cargo de la base en los últimos juegos y se encargó de despejar dudas sobre la continuidad: "vamos a entrenar toda la semana y después nos vamos para las fiestas. Volvemos el 2 de enero para entrenar y esperamos que haya buenas noticias, que todo mejore, de acuerdo a lo que nos han dicho".
En lo deportivo, sostuvo que "la meta que nos pusimos es ganar los tres partidos, para entrar como el mejor cuarto. A eso nos agarramos y creemos que no es imposible".
Analizó a los rivales y dijo que "nos queda Tandil afuera, que está en levantada -le ganó a Firmat 83 a 76- y Ciclista acá, que se está rearmando. Podemos ganarle a cualquiera".
Para hacer realidad ese objetivo, el base confesó que "estamos bien, estamos fuertes de la cabeza y como grupo".
Igual el equipo está disminuido en sus posibilidades, porque "jugamos sólo con dos abajo del aro y se siente, aunque todos estamos colaborando. Eso también nos obliga a buscar variantes y tenemos jugadores como para sacar diferencias en velocidad".
Por ahora los rumores de más alejamientos se pararon, pero esta semana los jugadores esperan cobrar parte de sus salarios.