San Lorenzo jugó ayer prácticamente a voluntad, goleó por 3-0 a Boca y si la diferencia no fue mayor fue porque en determinado momento el equipo azulgrana se dio por conforme y dejó que el tiempo transcurriera.
El equipo conducido por Diego Simeone no tuvo puntos débiles, aunque debe destacarse en la producción colectiva la autoridad de Gastón Aguirre en las dos áreas y sus dos goles, la habilidad de Fabián Bordagaray y el desempeño de la línea de volantes, además de un par de intervenciones de Pablo Migliore.
Boca pasó por el Bajo Flores como un fantasma, sin estructura colectiva ni respuestas individuales, y prácticamente se resignó a su suerte porque en realidad el partido pudo darse por terminado media hora antes del minuto noventa.
Boca tuvo a los 4 minutos la gran primera oportunidad de ponerse en ventaja, cuando después de una fallida salida del paraguayo Aureliano Torres, el chileno Gary Medel apareció sólo por derecha. El chileno sacó un remate cruzado que rechazó Migliore. El rebote le cayó a Martín Palermo, quien definió mal, permitiendo un nuevo desvío del arquero.
Desde entonces y durante media hora San Lorenzo impuso una amplia superioridad. Se distribuyó mejor en la cancha, tuvo mayor agresividad para ganar la pelota dividida y arriba desequilibró principalmente por derecha.
A los 9 llegó la apertura del marcador. Aguirre conectó un fuerte cabezazo que se metió junto al palo derecho. Y a los 20, el segundo: el Kily González ejecutó un tiro libre, Bottinelli metió la pelota al medio, Gómez la rozó con el taco, y Aguirre sacó un derechazo que superó a Abbondanzieri.
A los siete minutos del complemento, después de una muy buena jugada colectiva con la participación de Juan Manuel Torres y Rivero, Bordagaray recibió de Gómez, cambió de pierna y de zurda colocó el 3-0.
Uno y otro supieron que el partido estaba definido. San Lorenzo permitió que Boca tuviera la pelota y Boca fue la imagen viva de la impotencia, sin poder coordinar jamás una acción de ataque. Mientras San Lorenzo se acerca a la Libertadores de 2010, Boca ya sabe que la mirará por tevé.