El 2-2 final se festejó más en una tribuna que en la otra y esa tribuna fue la de Rosario Central. No sólo por ese empate que le sirve para seguir escapándole a la guadaña de la Promoción y el descenso, sino también porque ese resultado bajó de la punta del torneo Apertura a Newell´s, que ahora es escolta de Banfield, dos puntos del Taladro.
La primera etapa quizá haya resultado el mejor lapso vivido en los últimos clásicos, no sólo por los cuatro goles que se registraron en 16 minutos (los que mediaron del 11 al 27), sino también por el ritmo y la entrega de varios de los protagonistas.
Los primeros diez minutos fueron de Newell´s, especialmente por la presión que ejercieron sus jugadores. Pero a partir del minuto once se vivió otro partido, y ese partido llegó gracias al primer gol de Central, un cabezazo de Núñez, quien aprovechó la soledad en la cual lo habían dejado los defensores locales.
Newell´s no tuvo tiempo para reaccionar, porque un minuto después Jesús Méndez abrió el juego para Núñez y éste tocó para el ingreso de Diego Chitzoff, quien en la puerta del área grande sacó un violento derechazo que, tras vencer la débil resistencia de Sebastián Peratta, ingresó al arco.
El 2-0 premiaba el oportunismo de Central y castigaba los errores de la defensa de Newell´s, pero, lejos de caerse, la Lepra fue en busca del descuento, utilizando ambas bandas.
Por esta vía, justamente, llegó el primer gol de Newell´s: Achucarro metió un centro rasante que Boghossian conectó con un violento derechazo para mandar la pelota adentro del arco. A pesar del impacto del gol, Central continuó refugiado en su campo para salir en contraataque, pero le cedió el protagonismo a Newell´s, que lo aprovechó para encontrar el empate a los 27 minutos: Vangioni envió un centro desde la izquierda, Boghossian la cabeceó en el primer palo y Achucarro la rozó para establecer el 2-2.
A partir de ese momento comenzó a bajar el ritmo del partido, aunque siempre sobrevoló, especialmente por la fragilidad que mostraron ambas defensas, la sensación de que cualquiera podría marcar el tercer gol.
Sin embargo, esa sensación también se fue diluyendo con el correr de los minutos. Tanto, que en los segundos 45 minutos se registraron sólo dos situaciones de gol, una para cada lado. El 2-2 quizá haya sido el resultado que se ajustó más a lo que sucedió en el campo de juego, pero sólo lo festejó uno: Rosario Central.