El esfuerzo y la dedicación siempre fueron palabras clave para Juan Martín del Potro en su carrera hacia la élite del tenis mundial. Ganador del último US Open, pero eliminado en su regreso a los courts en la primera ronda de Tokio, JM sabe que no puede dormirse en los laureles conseguidos en Nueva York y se prepara sin licencias para la última parte del año.

"Sé que mi camino es el de trabajar duro para ser un mejor jugador, para jugar mejor en todas las superficies", dijo el número cinco del ranking ATP, que debutará mañana en el Masters 1000 de Shanghai en segunda ronda ante el ganador del encuentro entre el francés Jérémy Chardy y el austríaco Jürgen Melzer.

El tandilense aseguró que el éxito conseguido en Nueva York en septiembre no modificó su esencia. "Es muy bueno ser como una estrella, una pequeña estrella, porque las más grandes son (Roger) Federer, (Rafael) Nadal, (Novak) Djokovic y (Andy) Murray. Soy todavía la misma persona, el mismo jugador aunque haya ganado un Grand Slam. Hago las mismas cosas todos los días".

Preguntado sobre si cree que ahora él es uno de los grandes del circuito, Del Potro respondió jocosamente. "Tal vez en Argentina", dijo, antes de ponerse serio para aclarar que para poder alcanzar la estatura de esas "súperestrellas" debe "ganar más Grand Slams".

De conseguir un buen resultado en Shanghai, a jugarse sobre superficie dura, Del Potro se acercará al número cuatro del escalafón, que desde el 19 de octubre será ocupado por el escocés Andy Murray. Pero no es una circunstancia que le interese. "No pienso mucho en el ranking. Yo sólo quiero mejorar mi juego y tratar de batirlos (a los cuatro primeros), porque si lo hago en todos los torneos, seré mejor".

"También me gustaría terminar el año más arriba y tratar de mantener este nivel en el que están los grandes jugadores como Rafa, Federer, Djokovic o Murray", agregó la "Torre de Tandil".

Lo más importante que le queda por delante al tandielense esta temporada es la Copa Master de Londres, donde jugarán los ocho mejores del año. "Espero que me ayude haber jugado un Master antes (jugó el año pasado). Vivir esa semana es algo único y voy a ser un privilegiado de estar ahí. No voy a tener que jugar un día bien, sino toda la semana", explicó. "Si uno está ahí es porque se lo merece, nadie ha regalado nada a nadie. Sería un torneo muy bonito de ganar", añadió.

También le dedicó unas palabras a su máximo logro, el US Open: "Fue increíble el recibimiento, tanto en Argentina como en mi ciudad natal. Fue como un sueño, nunca lo olvidaré. Cuando hablé en público me sentí nervioso como en Nueva York, porque toda mi ciudad me escuchaba, me vi solo ante aquella multitud como si fuera un presidente".