A Sebastián Heiland (70, 500) le llevó sólo dos asaltos tomarle la distancia a Gastón Vega (70,700), y una vez que pudo desentrañar las virtudes y principalmente los defectos de su rival, el destino de la pelea quedó acuñado.
El nacido en Cipolletti y radicado en Pigüé, por unanimidad de los jueces superó en las tarjetas al pugilista de Chichinales y se consagró campeón latino CMB interino de los medianos. Los números fueron 97,5-96; 98,5-94,5 y 98-95 a favor de Heiland. Los dos últimos fallos se ajustan mucho más a lo que se vio en el polideportivo "Gimena López", escenario de la vuelta del boxeo rentado a Roca.
Heiland posee ahora un récord de 13 victorias en igual cantidad de combates, siete de ellas antes del límite. En tanto, Vega perdió el invicto en su décima pelea como profesional: su registro ahora es de nueve triunfos (tres nocauts) y una caída.
Luego de dos rounds iniciales, donde la ansiedad de Vega provocó los primeros cruces del combate, el jab de derecha del zurdo Heiland, comenzó a complicar al de Chichinales. A partir de allí la pelea ya no tuvo retorno y el "Chacarero" se adueñó para siempre de las acciones.
El mayor alcance de brazos, envergadura física, potencia y capacidad de absorción, le permitieron a Heiland orbitar alrededor de un Vega, quien a medida que iban pasando los capítulos, las huellas del castigo comenzaron a manifestársele en el rostro.
Con los pómulos inflamados, Vega, con más guapeza de recursos técnicos, se jugó el resto en el séptimo asalto y acorraló a su rival. Pero el siguiente capítulo Heiland volvió a mandar. Su zurda ya no encontraba resistencia y los dos últimos rounds prácticamente estuvieron de más.
Prometedor futuro el del "Chacarero", que ahora comienza otra etapa de su carrera en busca de mayores pergaminos.