Cuando el árbitro del partido entre Cipolletti y Ben Hur (Ezequiel Maitini) pitó el final y dejó que los jugadores de ambos equipos entren juntos a la manga luego de un final muy caliente, se sabía que algo malo estaba por venir.
Enojados por la forma en que Oscar Padua y Hugo Prieto materializaron el tercer gol albinegro luego de que el Loco en vez de patear el penal le hiciera un pase al allense para que éste pateara al arco, y alguna pisada "de más", los jugadores rafaelinos increparon en duros términos a los locales y hubo varios empujones.
La cosa no pasó a mayores porque la policía hizo entrar al plantel visitante a su vestuario y armó un vallado con escudos para evitar un cruce más violento.
Pero no todo terminó ahí. Cuando ingresó la terna arbitral, el asistente pampeano Cristian Ramonda, desencajado y a los gritos, se mostró en desacuerdo con el accionar policial. Hubo más forcejeos hasta que finalmente se calmaron las aguas y la terna salió del estadio con custodia.
El plantel de Perilli, que ganó y regresó a la punta del grupo 1, volvió entrenó ayer por la mañana y hoy a las 15 lo volverá a hacer.
Cerca de las 22 está previsto que emprenda el viaje a Pergamino donde el miércoles desde las 16:15 defenderá la punta frente a Juventud. (AC)