En casi todo momento lo mostró como más ambicioso, más decidido y también mejor armado, aunque recién en los minutos finales logró el gol que le dio la victoria. A Estudiantes le costó, pero finalmente pudo superar a Independiente por 2 a 1 y se colocó como líder del

Al encuentro le sobraron los corredores y le faltaron los que pensaran. Con ese panorama, fue el equipo de Alejandro Sabella el que impuso condiciones, con volantes más determinantes para ganar pelotas y con un Mauro Boselli que siempre fue inquietante para la defensa rival.

De haber tenido más criterio en la distribución del balón, Estudiantes pudo haber definido con mayor comodidad frente a un Independiente que lució con las armas que tiene, las cuales son pocas, ya que apareció mal parado en el fondo y sin conducción en la mitad de la cancha.

Estudiantes arrancó muy decidido a tomar la iniciativa y a los 2´ Salgueiro llegó al fondo, cedió para Boselli, que de me dia vuelta y de zurda anotó el primero.

A Independiente le costaba acomodarse en la cancha y era desbordado, pero sin embargo en la primera oportunidad que tuvo, a los 10, tras un córner desde la derecha de Acevedo, Gandín entró solo por detrás de todos y de palomita superó a Albil.

El Rojo tuvo un par de chances más, pero el ritmo con un mediocampo más activo lo marcó Estudiantes, pero le faltó pausa para definir con mayor claridad.

El segundo período fue más desordenado que el primero. La rápida salida de Verón, quien fue reemplazado por Marcelo Carrusca, dejó a Estudiantes sin líder natural, por lo que la intención de atacar se diluyó, auque siguió siendo más que el Rojo.

Cuando el partido ya se iba, Estudiantes plasmó su dominio en el marcador. El gol que correspondía por el desarrollo llegó a los 42. Lo gestó Morales Neumann con una buena acción individual pero no pudo Gabbarini (reemplazante del lesionado Navarro), pero si lo hizo Diaz, que capturó el rebote para cerrar el partido.