El autódromo "Parque de la provincia de Neuquén" es una realidad. Atrás hay una historia que merece ser contada, porque lo que se construyó en Centenario no fue un proyecto de unos pocos o que se gestó de la noche a la mañana. Fueron años de trabajo, de andar con los proyectos golpeando puertas de diferentes reparticiones o gobernadores de turno, hasta que se llegó a concretar la declaración de interés y la realización de una de las obras más importantes del deportivo patagónico en mucho tiempo.
La inauguración del autódromo en Centenario sirvió para cubrir una falencia que tenía el automovilismo neuquino, que a partir de ahora será muy bien aprovechada por las categorías regionales.
La obra que se encaró estuvo bien proyectada y se pensó en función de los espectáculos, también en la seguridad de los aficionados.
Con el autódromo listo para recibir al primer gran espectáculo, que estará a cargo del TC 2000 y sus categorías teloneras, es imposible no recordar lo que trabajaron los dirigentes de Centenario para poder cumplir con un proyecto que era una necesidad para toda la provincia de Neuquén.
Le tocó a Centenario y lo tenía merecido, porque hay un club con más de 20 años de trayectoria que se merecía tener la posibilidad de contar con un lugar ideal para llevar adelante su actividad, si bien hubo otros lugares de Neuquén que lucharon por conseguir que el circuito se levantara en su ciudad, por casi la capital, Senillosa y Cutral Co.
El gobierno neuquino, primero con Jorge O. Sobisch, y después con Jorge A. Sapag, le dio la derecha al club de Centenario, que trabajó durante años con su proyecto, que se preocupó por consultar a pilotos, dirigentes y hasta encargados de construir otros autódromos en Argentina.
Golpearon mil y una puerta, ante cada no nunca bajaron los brazos, y semejante muestra de amor propio por concretar su sueño de más de dos décadas, se decidió llevar adelante el proyecto en el predio que la municipalidad de Centenario le entregó a la AACC para que el gobierno provincial pudiera construir el autódromo.
Hoy, el autódromo es una realidad. El primer objetivo está cumplido. Ahora habrá que darle la actividad que una obra de esta magnitud se merece.