Justo cuando Facundo Ardusso achicó la brecha y quedó sólo cinco puntos de Francisco Troncoso, quien lidera el certamen de la Fórmula Renault desde su comienzo, llega la presentación en el autódromo de Centenario, que tendrá al neuquino una carta brava en su camino al título.

Troncoso juega como local, aunque como todos transitará por primera vez el nuevo circuito que recién pisó en la inauguración, cuando utilizó un auto particular para dar unas vueltas.

La espera es con ansiedad, más aún después de una cena en su apoyo que se organizó el pasado jueves, donde hasta le cantaron el "dale campeón, dale campeón...".

-¿La prueba de Centenario puede ser una bisagra en el certamen?

-Sí. Para mí es una prueba muy importante por dos motivos. Primero, la poca diferencia de puntos que hay en el certamen. Segundo estar como local, sueño con poder ganar ante mi gente.

-¿Un cierre muy apretado?

-De acá en más son todas fechas muy importantes, en cuanto a los puntos me refiero, ya que estamos transcurriendo la etapa final. Un certamen se lo disputa como un rally, son varios tramos especiales y no se puede parar en ninguno si querés llegar con posibilidades de ganar o ser campeón. Ahora más que nunca hay que utilizar con la cabeza,
"las pruebas de autos o el automovilismo son para inteligentes".

-¿Es una ventaja que sea un circuito desconocido para todos?

-En lo personal es un ventaja, porque siempre me pude adaptar sin problemas a los circuitos desconocidos por todos. Me gusta que así sea.

-¿La definición por el título será mano a mano con Ardusso?

-No quiero menospreciar a ninguno. Todos sabemos del nivel que tiene la Fórmula Renault y los pilotos que salen de ella. El principal rival es Ardusso, cuando me pongo el casco mis rivales son los 30 que están en la categoría.

-¿Todavía duelen los puntos que se escaparon en Buenos Aires?

-Duelen y mucho, hubiera sido diferente la situación en la que estaríamos. Soy más de pensar que las cosas pasan por algo y que Dios sabe porque hace las cosas. Si tenemos que ponernos a pensar en los puntos que se perdieron, son muchos. Empezamos por la prueba de Mendoza cuando se rompió la caja viniendo segundo y terminando en Buenos Aires, donde por un toque abandonamos estando como escoltas. Creo que a todo hay que buscarle su lado positivo y en este caso es que de las siete fechas disputadas en cinco subimos al podio y en las restantes venía segundo. No se pudo llegar por situaciones ajenas a mi. Esto me da confianza para encarar el final.