CIPOLLETTI (AC).- Mantener la base comenzó a dar sus frutos en Cipolletti. Con pasajes de muy buen fútbol, mezclados con algunas lagunas, el albinegro sacó un aprobado en el primer examen del nuevo Argentino A. Derrotó 2-1 a Brown de Madryn con goles del Loco Padua y Orlando Porra, y picó en punta en la zona 1
Más allá de los baches propios de un debut, ayer en la cancha quedó en evidencia las diferencias futbolísticas entre un equipo prácticamente nuevo como es el chubutense y un local que desde hace tiempo que tiene bien estudiado su libreto. Y que además de su buen juego colectivo, cuenta con individualidades que pueden definir un partido en cualquier momento.
Tener el dominio de la pelota durante el mayor tiempo posible fue la premisa de Domingo Perilli y sus muchachos le respondieron a la perfección en los 25 minutos iniciales.
A segundos de iniciarse el partido, Oscar Padua estrelló un zurdazo en el travesaño y un puñado de minutos después, no falló. A los 8 se anticipó al arquero Pereyra en un preciso tiro libre de Lalo Porra y peinó al 1-0.
Con la ventaja todo se simplificó. Hubo buena circulación de pelota, relevos a tiempo, cambios de frente y proyección, aunque le faltó profundidad arriba. Padua fue el encargado de ir a pivotear y a Alecha no le quedó ninguna.
Había tanta diferencia en la cancha, que el local se relajó y lo pagó muy caro. Sobre los 38 Juan Tevez giró con pelota dominada sobre el borde del área grande y sacó un remate que se coló al lado del palo de Guillermo Ferreyra para marcar el empate.
El primer tiempo se fue sin que Cipolletti pudiera reaccionar.
En el vestuario, Mingo ajustó clavijas y cuando el equipo regresó a la cancha, era el mismo de los primera parte de la etapa inicial.
Y encima rápidamente pudo materializar el dominio con un exquisito tiro libre de Porra que se metió en el palo izquierdo de Pereyra, que ni alcanzó a reaccionar.
Con la ventaja volvió la calma y comenzaron a llegar situaciones cada vez más claras para el albinegro, que le faltó justeza para llevarse el partido con una diferencia aún mayor.
Padua, el propio Porra, Manolo Berra, Ibáñez un par de veces, y Hugo Prieto (que ingresó desde el banco de suplentes) se lo perdieron abajo del arco.
De todas maneras el poco público que asistió a La Visera se fue muy satisfecho por la actuación del equipo y nuevamente ilusionado con que esta pueda ser la temporada del ascenso, después de un par de desilusiones pasadas.