River no tuvo alma ni identidad y perdió anoche en su visita con Banfield (2 a 0), en el arranque del torneo Apertura. Banfield, por momentos, se pareció al que el entrenador Julio César Falcioni pudo moldear en su primera etapa: un equipo ordenado que esperó golpear en el momento justo. Y al minuto de juego ya ganaba gracias a Silva y Cabral.
River intentó salir del trance adueñándose de la pelota, y en ese contexto, a los 14 minutos, Ariel Ortega le mandó un pase a Paulo Ferrari, quien desbordó por derecha para enviar un centro a Andrés Ríos, pero el delantero, con el arco, cabeceó mal.
A los 15 volvieron los sobresaltos para la defensa "millonaria". Walter Erviti cortó en el medio y le cedió la pelota a Marcelo Quinteros, que ganó la banda derecha y sacó un centro para que Silva defina de tijera y la pelota pegue en el travesaño.
Al Taladro le quedó un cartucho más, porque a los 32 minutos Sebastián Fernández recibió un pelotazo al área de Sebastián Méndez que el delantero bajó con el pecho y definió ante la salida de Daniel Vega para poner el 2 a 0.
No alcanza con ellos
Los referentes de Núñez jugaron desde el inicio con la camiseta de River después de tres años, y lo hicieron de manera discreta, demostrando que les falta rodaje para estar a la altura de las exigencias. Igual que el paraguayo Miguel Paniagua, quien no se impuso en la zona de volantes.
Los primeros instantes del complemento se jugaron sin arcos, dentro de un dominio de pelota de River que no inquietó a Banfield, más allá de que ingresó Diego Buonanotte.
Poco le quedó por mostrar a River, sólo su falta de ideas y una confusión general, que hace tiempo arrastra y de la que está resultando imposible salir.
Con el triunfo, Banfield se aleja cada vez más de la zona de descenso y ayer mostró un juego prolijo que ilusiona para apuntar más alto.