Terminó la gira de Boca por Europa y la primera conclusión que surge es que el director técnico, Alfio Basile, ya tiene a sus once titulares bien definidos, los que salen "de memoria", como a él le gusta.
Roberto Abbondanzieri sigue alternando inseguridades con grandes atajadas. Por ahora es el "1". La defensa, una zona muy cuestionada en los últimos tiempos, encontró a Julio Cáceres y Gabriel Paletta consolidados como pareja de centrales. El gran perdedor parece ser Juan Forlín.
Hugo Ibarra cometió ante AEK un error parecido al que costara un gol ante Colón en el cierre del Clausura, a los 35 años no va a ser el de los 28 pero aún es Ibarra, nada menos.
Por el otro lado, Claudio Morel Rodríguez va ganándoles la partida a Fabián Monzón y Juan Krupoviesa, pero ese sector es un punto débil porque Federico Insúa, muy buen jugador, no tiene oficio para el ida y vuelta y delante del paraguayo hay un agujero negro.
Cristian Chávez y Nicolás Gaitán están en carrera, sus minutos en cancha los aprovecharon. No así Leandro Díaz. Queda la posibilidad de que alguna vez regrese de su larga hibernación Guillermo Marino para volver a ser aquel del Newell´s campeón de 2004.
Gary Medel se va acomodando, todavía no lució pero frente al AEK se vio que ya va complementándose bien con Sebastián Battaglia y dejó un detalle de valor: en el gol de Viatri a Milan, el que estaba delante de Viatri, en el área chica rival, era Medel.
Y los carrileros que lleguen a fondo son un arma fundamental. Se pedían goles de los delanteros y aparecieron en Atenas. Los de Palermo siempre aparecen. Mouche, en el primero, metió un centro perfecto y en el segundo definió en gran forma.
Basile dijo hace poco que quería otro delantero por afuera, pero el gran trabajo que le cupo a Pablo Mouche frente al AEK pulverizó aquel pedido. Se ganó el lugar.