El ruso Nikolay Davydenko, segundo cabeza de serie, derrotó al francés Paul-Henri Mathieu, decimotercer favorito, por 6-4 y 6-2, en la final del torneo ATP sobre polvo de ladrillo de Hamburgo, con el que festejó su decimoquinto cetro en el circuito.

En apenas una hora y media, el ruso impuso su rigor, fortaleza física y sólido juego de base, frente a un Mathieu que se quedó con las ganas de festejar su quinto título ATP.

Con sangre fría, Davydenko tuvo un juego casi perfecto, redujo al máximo el número de errores no forzados y apuró al francés desde el fondo de la cancha, ante unos 5.400 espectadores que vieron sin vibrar demasiado un triunfo poco peleado que se pareció mucho más a una exhibición que otra cosa.

"Estoy muy feliz", declaró en un alemán perfecto el vencedor, que ha vivido en el sur de Alemania desde sus 15 años.

"Quiero agradecer a los espectadores que vinieron. Para nosotros, los jugadores, es muy importante", añadió el hombre que se adjudicó un cheque de 228.000 euros, una hélice de barco, símbolo de la ciudad.

"Nikolay jugó muy bien, y sin duda yo dejé mucha energía durante la semifinal", afirmó por su parte Mathieu.

Con esta victoria, Davydenko prácticamente se aseguró de regresar al Top 10 de la clasificación mundial, que había abandonado por primera vez tras cuatro años en la elite, debido a una lesión.

Antes del torneo, el ruso se ubicaba en la posición duodécima del escalafón.