Triste papel de Gabriel Brazenas, el árbitro del partido, que si bien acertó en cobrar el penal que le hizo Carlos Araujo a JM Martínez y que Rodrigo López malogró, falló en invalidar, a instancias del línea, un gol que Eduardo Dominguez hizo de cabeza por supuesta posición adelantada.
Pero el error más grueso fue haber convalidado el tanto de Moralez, a los 38´ de la parte final. En la jugada previa hubo falta de Larrivey sobre Gastón Monzón, quedando inactivo en juego y dejando el arco libre para la conversión.
También tuvo otros errores como no haber expulsado a Otamendi, que terminó con una amarilla, pero tendría que haberlo amonestado al menos otras dos veces.
Sobre el final hubo golpes tras un cruce entre Larrivey y Monzón. Seba Domínguez terminó con la cara cortada. No hubo siquiera amonestación.