Esta vez fue todo festejo en el box de de Toyota y no era para menos, y en las lágrimas que Mariano Werner derramó estuvieron los últimos tiempos difíciles para su familia y el recuerdo de Gabriel, su hermano fallecido trágicamente a fines de 2007.
"Hubo lágrimas porque se trabajó mucho para llegar a esto y porque en mi familia no pasamos buenos momentos en los últimos tiem-pos. Esto no nos pasa seguido", afirmó Werner.
"Es impresionante lo que estoy viviendo. Gané varias clasificatorias, pero se me venía negando una final", aseguró.
"Esta vez no cometí errores y tuve un gran auto, el equipo también tiene su mérito", subrayó.
También comenté que "me aferré a la foto de mi hermano, que es de un carnet de emergencia médica que él tenía. La llevo siempre en el auto y me ayudó".
"Siempre soy optimista, las pruebas son muy difíciles, pero esta vez el sol salió para mí", concluyó.