Con segundo tiempo letal, Racing se aprovechó de un sombrío Boca para estampar un muy festejado 3-0 que lo deja a sólo un punto de la salvación total.
El compás del clásico lo marcaron los volantes albicelestes, con Franco Zuculini como abanderado. Pero recién en el complemento, cuando Boca se regaló, apareció la profundidad y el partido quedó rápidamente resuelto.
Racing intentó imponerle al partido un ritmo vertiginoso y lo impulsó a Boca a ese juego. En los primeros minutos ambos insinuaron algunas posibilidades de llegada, pero después fueron perdiéndose y hasta el final ya no tuvieron trabajo.
La más clara la tuvo Boca en el minuto 25 cuando Martín Palermo, por izquierda, tocó hacia el medio, remató Nicolás Gaitán de frente y exigió una gran intervención de Migliore.
En Racing se destacó la combatividad del mediocampo en el que sobresalió Zuculini, pero no hubo elaboración de juego, mientras que Boca no pudo ordenarse porque Riquelme jugó muy lejos del área, separado de Rodrigo Palacio y Palermo.
Antes de que se cumpliera un minuto del segundo período, Rubén Ramírez tuvo el gol, pero remató alto. Después Racing le cedió el terreno a Boca, para poder tener espacios para contraatacar.
En ese lapso el equipo visitante manejó el balón, pero sin llegar al área y recién a los 14 un remate de Riquelme produjo otra buena atajada de Migliore.
De inmediato se abrió el marcador en jugada que comenzó Ramírez y que luego de un fallido intento de rechazo de Hugo Ibarra le quedó a Castromán, quien ingresó libre por el medio del área, pasó entre los zagueros rivales y definió con zurda.
Dos minutos después se fue expulsado Sebastián Battaglia, por doble amonestación. Y con su ausencia Boca quedó desarticulado y expuesto. A los 20, de nuevo encaró Castromán y lo derribaron, pero Zuculini se llevó la pelota, ingresó al área y puso el 2-0.
La goleada la consumó el ingresado Grazzini cuando recibió de Ramírez, hizo pasar dos veces de largo a Juan Krupoviesa y convirtió el tercer gol. Con este triunfo, Racing queda casi a salvo de la Promoción. La Academia necesitará sólo uno de los seis que quedan para terminar de sufrir.