"Basta de hablar del descenso. Desde ahora vamos a trabajar para el ascenso a Primera".

Estas palabras de Héctor Rivoira, entrenador de Atlético Tucumán, sorprendieron a propios y causaron sorna en extraños. Pero el "Chulo" sabía de lo que hablaba. Tenía plantel para mirar desde bien arriba, por eso cambió el discurso, convenció a sus jugadores y, cinco meses después, celebran un ascenso a Primera División. Todo a menos de un año de haber ascendido a la B Nacional desde el torneo Argentino A. Ayer, el "Decano" goleó 4-1 a Talleres de Córdoba como visitante, se aseguró uno de los dos pasajes directos a la "A" y prácticamente condenó a la "T" al descenso. Mañana, si Chacarita vence a Platense también subirá a Primera.

"La idea de entrada era salvar el promedio para no tener problema con el descenso y en diciembre notamos que había que cambiar el discurso porque teníamos equipo para más", confesó Rivoira, una vez que tuvo el ascenso en el bolsillo. Se sabe, el sistema de descenso por promedios impone a los recién ascendidos a pensar en mantenerse, al menos la primera temporada. Pero Atlético Tucumán rompió con esa lógica y hoy celebra un ascenso a la elite del fútbol argentino.

El "Decano" comenzó el partido con el paso cambiado, ya que a los cinco minutos ya perdía 1-0 ante un Talleres que había salido a comérselo crudo. Pero d a poco el vértigo del local fue apagándose y Atlético se fue acomodando mejor en la cancha. Pudo empatarlo al final del primer tiempo y en el segundo completó su faena hasta alcanzar el 4-1 definitivo. Emanuel Fernández Francou encendió tempranamente la esperanza de Talleres, pero luego empató Luis Rodríguez, la "Pulguita", el máximo anotador del torneo, en el primer tiempo. En la segunda etapa, Juan Pereyra, Juan Manuel Azconzábal y César Montiglio completaron la goleada.

El juego se interrumpió tras el cuarto gol, a los 32 minutos. Siete más tarde, el árbitro Jorge Baliño decidió suspenderlo definitivamente por los incidentes en la tribuna que daba detrás de los bancos de suplentes. Los hinchas cordobeses buscaron evitar que no dieran la vuelta olímpica los tucumanos, ya que a su equipo lo despidieron con aplausos pese al casi consumado descenso. Es que Talleres no solamente debe ganar los dos partidos que restan del campeonato, sino que además deben perder esos seis puntos Los Andes y Almagro.

¿Cómo se formó? La base del equipo que llegó del Argentino A le dio forma al plantel actual que, tras el alejamiento de Jorge Solari, quedó en manos de Héctor Rivoira. El Chulo conservó la columna vertebral conformada por Lucas Ischuk, Andrés Bressán, César Montiglio, Martín Granero, Diego Erroz, Claudio Sarría, Sebastián Longo y Luis Rodríguez, pero le puso su sello con la contratación de jugadores de experiencia que les dieron al grupo una mayor solidez.

Así llegaron José Valdiviezo, Javier Páez, Juan Manuel Azconzábal, Damián Musto, Josemir Lujambio, Nicolás Castro, Matías García, Diego Reynoso, Juan Pablo Pereyra, Leopoldo Gutiérrez, Nicolás Dematei, Esteban Dei Rossi y Facundo Quiroga para darle forma al grupo que encaró el desafío de buscar el ascenso. Objetivo que cumplió ayer, menos de un año después de haber ganado por penales a Racing de Córdoba el ascenso desde el Argentino A.

Atlético Tucumán se fundó el 27 de septiembre de 1902 en una vieja casona ubicada en Rivadavia primera cuadra, en la capital tucumana. El primer partido lo jugó el 9 de julio de 1903, en el ya desaparecido gimnasio "24 de septiembre", y fue victoria por 3 a 1 sobre un equipo salteño. En esa ocasión, el anfitrión utilizó una clásica camisa blanca, a la que le colocaron bastones celestes para emular los colores patrios ya que ese día se celebraba un nuevo aniversario de la Declaración de la Independencia.

Esos colores se transformaron en la indumentaria oficial de Atlético Tucumán, que se convirtió en el primer equipo del país en vestir una camiseta celeste y blanca a rayas verticales.

Permanente animador de los viejos torneo nacionales, Atlético Tucumán accedió al Nacional B en 1987, un año después de la creación de esta categoría. El ascenso Primera se le escapó de las manos en tres ocasiones: 1989, 1996 y 1999.

Después de seis años en Argentino A y sólo uno en la B Nacional, Atlético toca el cielo con sus manos, por primera vez en más de cien años de vida. Bienvenido, "Decano", a la Primera División.