RAFAELA (Joaquín Peralta-enviado especial).- A pesar de que contó con chances muy claras de gol como para tener un arranque auspicioso en el cuadrangular semifinal del Argentino A, Cipolletti se volvió de Rafaela con las manos vacías y con un jugador menos para la segunda fecha. Perdió 2-0 con 9 de Julio y fue expulsado Manuel Berra. Además, se lesionó Roberto Muñoz.
Los santafesinos picaron en punta ya que en el otro encuentro de la zona, en Paraná, Patronato y Desamparados empataron 1-1.
Aquí el partido fue parejo en el primer tiempo, pero en el complemento el equipo de Domingo Perilli se descontroló y vio como se le escapaba la posibilidad del sumar en el comienzo de la segunda ronda. Es que no convirtió las que tuvo y pagó en su arco con una derrota. Ahora será tiempo de corregir errores para recibir el próximo domingo desde las 16 a Patronato de Darío Tempesta.
Los primeros cinco fueron un calvario, porque Raúl Ruiz sacó una pelota de gol, Walter Ibáñez estrelló un remate en el palo y Muñoz tuvo que dejar la cancha porque se lesionó en un tiro de esquina. El "negro" fue reemplazado por Marcos Carrasco que se paró de doble cinco con Larenas, y López Carrillo pasó a jugar de central con Cristian Martínez.
Cipolletti se afirmó atrás, controló el medio rival, y si bien le costó generar juego de tres cuartos hacia adelante, pudo haber pasado al frente con una claro penal que no cobró Fernando Marconi cuando Aramayo frenó con el brazo un potente tiro libre del "Máquina" Cid, o con un tremendo derechazo de Hugo Prieto a la salida de un tiro libre que pasó como un balazo al lado del palo.
9 de Julio estaba impreciso en el medio y empezaba a dar ventajas atrás, pero cuando el reloj apenas había pasado la media hora metió un ataque letal. Aramayo desbordó por derecha, mandó un centro que cruzó toda el área y por atrás apareció Pablo Andretich para empujar al gol.
Cinco minutos después Ibáñez, de buen partido, se perdió increíblemente el empate cuando desde el área chica tiró por arriba.
Apenas arrancó el epílogo, el albinegro se perdió la igualdad. Ibáñez se coló por la izquierda y la sirvió para Weisser, que pifió a centímetros de la línea de gol y despejó como un defensor.
Ahí reaccionó el local, que tuvo un par de claras ante un Cipolletti gobernado por la desesperación y el nerviosismo. Hasta que el recién ingresado Conrado Peralta Pino puso el 2-0 de cabeza anticipándose a la defensa en un tiro libre desde la izquierda.
Los últimos 15 fueron de puro desconcierto y falta de idas de un Cipolletti que terminó con 10 por la roja directa que recibió Berra.