Huracán es una bocanada de aire fresco. Juega el fútbol que (casi) todos quieren ver. Pelota al piso, profundo, exquisito. Virtudes del equipo de Cappa, ya tercero en la tabla, a cuatro de Vélez. Claro que en el debe, en el ´Globo´ se enumeran las fallas defensivas y también una falta de contundencia que pueden costarle caro en los tramos decisivos.

Ayer venció en el "Tomás A. Ducó" a Godoy Cruz por 3-2, pero cierto temor corrió por la piel de sus hinchas cuando el peruano ´Malingas´ Jiménez marcó el segundo tanto de los mendocinos a poco del final. El ´Globo´ perdió chances y lo dejó con vida al Tomba, que casi le arruina la tarde. Salvando estos detalles, Huracán está en condiciones de dar pelea en el tramo final del Clausura.

La importante relación entre Javier Pastore y Matias De Federico volvió a ser muy redituable para los de Cappa, ya que de los pies de los dos juveniles surgieron las mejores ocasiones del local.

Sin embargo fue Godoy Cruz el que se puso al frente cuando Borghello empujó al gol ingresando por el centro del área. De todas maneras la ventaja mendocina duró apenas 7´. De Federico ejecutó el centro desde la izquierda y Goltz ganó arriba y de cabeza dejó las cosas como al comienzo. Un minuto más tarde, De Federico asistió a Nieto, quien arremetió entre los centrales mendocinos y definió cruzado junto al palo derecho de Ibáñez.

Huracán siguió manejando la pelota y los tiempos en el ST y generó cantidad de situaciones pero recién a los 10´ pudo marcar el tercero. Gran jugada de De Federico, quien ingresó dribleando al área, eliminó a Vallés y Sigali y también a Ibáñez para establecer el 3-1.

Después Huracán generó no menos de cinco situaciones claras y terminó ganando con lo justo por los descuidos de siempre. Pero el valor de su juego tiene mayor peso. Así, el Globo alimenta cada día más su ilusión de volver a la cima 35 años después de su primera y única vuelta olímpica.