River venció 1-0 a Gimnasia de Jujuy en el estadio Monumental, en el partido que cerró la undécima fecha del torneo Clausura, y calmó los ánimos de sus hinchas tras la eliminación en la Copa Libertadores en primera ronda.
Era tanta la atención que estaba puesta en cómo iban a recibir los hinchas locales a su equipo después de la despedida en primera ronda del certamen continental, que el ambiente enrarecido prevaleció por sobre lo que se vio dentro del campo de juego en la etapa inicial.
El empate alejaba al equipo "millonario" de la lucha por el campeonato y del líder Vélez, más por un rendimiento sin identidad que por las estadísticas, pero el ´Muñeco´ entró por Mauro Rosales y clarificó el panorama.
El entrenador Néstor Gorosito hizo que Gallardo y Cristian Fabbiani comenzaran en el banco de los suplentes, en una decisión que a la larga influyó en el trámite del partido, porque en la etapa inicial River no tuvo vuelo futbolístico ni peso ofensivo con el juvenil Mauro Díaz.
Cuando Gabriel Brazenas marcó el final de la primera etapa bajó una lluvia se silbidos acorde a las circunstancias, por la actualidad de River, y por lo que mostraron los dos equipos en el campo de juego. Gorosito dispuso el ingreso de Barrado por Domingo en el inicio del complemento para buscar más fútbol de tres cuartos de cancha en adelante, algo que finalmente aportó Gallardo, por el pedido insistente de la gente.
A los 13 minutos llegó la ventaja. Gallardo tomó la pelota y la trasladó unos metros hasta que encontró a Falcao desmarcado. La pelota puesta en cortada por el "Muñeco" fue aprovechada por Falcao, quien definió cruzado y venció la resistencia de Pezzutti. A partir de ahí, cada ataque de River pareció que iba a ampliar el marcador, pero no pudo ser. Además, el arquero del Lobo, Pezzutti se fue expulsado por reaccionar ante la lentitud de un alcanza pelotas. Sobre el final el que perdió la calma fue Ramasco, que dejó a su equipo con nueve por una dura falta a Ahumada.
River mantiene sus ilusiones de pelear por el título doméstico, y compensar con ello una frustración continental que costará dejar atrás.