VILLA CARLOS PAZ (Raúl Bernal, enviado especial).- Sebastien Loeb no para. Es uno de esos campeones que no se conforman con nada y no les deja oportunidad a sus rivales. Lo volvió a demostrar en la 29 edición del Rally de la República Argentina que finalizó ayer en Córdoba, logrando su quinto triunfo en otras tantas pruebas de un Mundial donde asusta con su dominio y la contundencia de su Citröen C4.
El francés, quien sumó la quinta seguida en tierra argentina, no tuvo complicaciones en la última etapa. Se dedicó a completar las cinco especiales y recibir el calor de los aficionados, quienes lo convirtieron en su nuevo ídolo.
Los números de Loeb sin impresionantes. Con la victoria número 52 en su campaña, doblegó el record de Carlos Sainz, quien se retiró con 26. Y hay más, porque con 50 puntos, tiene 100 % de efectividad en el Mundial.
Lo que pintaba como una batalla con su compañero de equipo, el español Dani Sordo, y el finés Mikko Hirvonen, se diluyó en la segunda etapa. Es que "Súper Loeb" ganó cuatro tramos al hilo y los devolvió a la realidad.
Después de lograr una ventaja tranquilizadora, encaró el último día dispuesto a sellar una nueva victoria, que lo acerca a su sexto título después del abandono de Hirvonen, quien no pudo reenganche porque el motor de su Focus dijo basta.
Ayer, Loeb ganó los dos primeros especiales y le sacó más de un minuto a Sordo, mientras que el finés Jari-Matti Latvala perdió mucho tiempo por un problema en la bomba de nafta de su Focus y se despidió de cualquier intento de pegar un batacazo.
Loeb dejó que Latvala se luciera ganando unos tramos, lo mismo que Sordo, quien se recuperó con su segundo puesto. En los últimos especiales las novedades fueron el abandono de Petter Solberg, cuando estaba tercero, y el ascenso de Federico Villagra, quien aprovechó todos los problemas de sus rivales para alcanzar con su cuarto lugar la mejor actuación de su campaña en el WRC, con tiempos de pilotos oficiales.