El nuevo equipo Brawn GP debutó ayer en la Fórmula 1 con un doblete en el Gran Premio de Australia. El británico Jenson Button logró el triunfo y lo escoltó el brasileño Rubens Barrichello en una prueba plagada de incidentes. De los grandes, salvó la ropa el inglés Lweis Hamilton, quien terminó tercero con su McLaren-Mercedes Benz gracias a una sanción que sufrió el italiano Jarno Trulli.
El Toyota de Trulli, largó desde bo-xes, cerró el podio aprovechando un accidente a tres vueltas del final entre el ale-mán Sebastian Vettel y el polaco Robert Kubica, quienes peleaban por la segunda plaza, lo que obligó a que la prueba terminara con el auto de seguridad, pero pasó con bandera amarilla a Hamilton y fue penalizado.
Los nuevos Brawn confirmaron su dominio. Button consiguió el segundo triunfo de su campaña pese a que hace un mes no sabía siquiera si iba a poder participar ante el incierto futuro del anterior equipo Honda.
El sol de Melbourne fue testigo de un inicio de temporada que ante las múltiples novedades e incógnitas provocó más nervios que nunca. Y los primeros metros no decepcionaron. Button salió disparado con su Brawn, a diferencia de su compañero, Barrichello, quien fue superado por varios rivales.
En el habitual embudo de la primera curva de Albert Park el más perjudicado fue el McLaren del finlandés Heikki Kovalainen, quien luego de tocarse con el Red Bull de Mark Webber abandonmó en la primera vuelta .
Los germanos Nick Heidfeld y Adrián Sutil se vieron obligados a reparar daños en boxes. Otro de los perjudicados fue el español Fernando Alonso, cayendo al décimoquinto lugar. Al contrario, Hamilton, quien largó desde el fondo por cambiar el motor de su auto, remontó hasta el noveno lugar en sólo seis vueltas.
Sólo 17 vueltas se hizo esperar el primer accidente del año, el del japonés de Williams Kazuki Nakajima, quien se estrelló contra un muro y provocó la salida del auto de seguridad.
Con todos reagrupados, Button se vio obligado de nuevo a construir su ventaja ante Vettel, seguido del Ferrari brasileño Felipe Massa, del BMW de Robert Kubica y del finlandés Kimi Raikkonen, el otro auto de la "scuderia".
El británico volvió a escaparse sin problemas con cinco segundos sobre Vettel, que pese a todo fue el único que pudo seguir de cerca los tiempos por vuelta del Brawn.
La carrera estaba entre Brawn, Red Bull y BMW. La revolución prometida fue real. Atrás, Hamilton y Alonso se esforzaban por encontrar al menos un punto. Y Ferrari, que estaba minimizando daños, lo perdió todo en dos vueltas.