River es grande y también es líder. A diferencia de todos sus "socios", el "Millonario" es el único que suma por 7 y les hacer frente a los atrevidos Newell's, Colón y Godoy Cruz en la punta del Clausura. Ayer, se sacó de encima a Banfield, que buscaba ser líder, pero se fue del Monumental con las manos vacías. El equipo de Gorosito ganó 2-0 y sigue de racha.
El primer gol lo marcó Matías Abelairas, de tiro libre, a los 36 de la etapa inicial. Esa conquista fue muy protestada por todo Banfield, ya que el árbitro Juan Pablo Pompei había levantado una mano, por lo que se interpretó que la ejecución debía ser indirecta.
El local contó con su nuevo ídolo, Cristian Fabbiani, durante la última media hora de juego, cuando el "Taladro" se arrimaba con peligro al arco de River.
De todos modos, a 7 minutos del desenlace del cotejo, el Ogro cubrió la pelota y giró antes de habilitar al colombiano Radamel Falcao García, quien con un toque esquinado aseguró los tres puntos y el regreso de River a un lugar más acorde con lo establecido por su rica historia.
El equipo "Pipo" sigue invicto, porque debutó con un empate ante Colón y luego obtuvo una victoria ante Central, en el Gigante de Arroyito. La campaña del conjunto de Jorge Burruchaga también tiene sus méritos, a tal extremo que había comenzado este tercer capítulo de la competencia doméstica con chance de acceder al tope de las posiciones.
Y en el campo de juego se comprobó que Banfield era un probador exigente, ya que al principio tanto Facundo Ferreyra como Sebastián Fernández estuvieron cerca de abrir el marcador. Además, Nicolás Bertolo, antes y después del acierto de Abelairas, fue un factor de permanente preocupación para la retaguardia millonaria.
Pero esa formación albiverde que tenía inquietos a los de la banda roja fue víctima de un tiro libre en el que Pompei resultó desorientador y Abelairas preciso, exquisito, decisivo.
El remate del "Pitu" pasó limpito por encima de la nutrida barrera y Cristian Lucchetti recién se movió para encabezar un reclamo masivo cuando el balón ya había aterrizado en el interior de la red. La falla de Pompei estuvo en el gesto previo al disparo, porque empleó un brazo de tal forma que provocó la confusión.
En la segunda parte Banfield se lanzó en procura de la igualdad y esta vez sí Juan Marcelo Ojeda transmitió seguridad.
Claro que para River la solución definitiva la aportó la dupla ofensiva naciente, la que conforman el colombiano que creció en la casa y el recién llegado Fabbiani, tan gordo, como mediático y efectivo.