El estadounidense Shane "Sugar" Mosley dominó de principio a fin el combate y convirtió al mexicano Antonio Margarito en nada más que un monarca efímero, al derrotarlo por nocaut técnico a los 43 segundos del noveno asalto, para arrebatarle sorpresivamente el título welter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). 

Margarito, quien se había encumbrado como el boxeador mexicano más destacado en la actualidad, tras apuntarse una victoria impresionante que le quitó el invicto al boricua Miguel Cotto, hace seis meses, era considerado por los expertos uno de los mejores peleadores del mundo, libra por libra.

Mosley no se dejó impresionar. Ahora el "Tornado de Tijuana'', de 30 años, de potente pegada, parece la flor de un día.

Pese a su edad avanzada (37 años), Mosley recurrió a su mayor velocidad, y el mexicano nunca fue capaz de mostrar un poderío semejante al que exhibió frente a Cotto. El nocaut es el primero que sufre Margarito en su carrera.

"La gente subestima mi fortaleza. (Ricardo) Mayorga, (Fernando) Vargas son grandes boxeadores y pude noquearlos. Margarito nunca se sintió así de grande. Fue una gran noche y espero que haya muchas, muchas más'', dijo Mosley.

Cuando le preguntaron qué fue lo que le ayudó a ganar la pelea, respondió: "fue mi estrategia, mi concentración, mi plan de combate. Fue una pelea difícil pero tenía un gran plan. Fue mi gancho de zurda, pues sorprendí a Vargas con él, y derroté a Mayorga con él''.

"Margarito es un guerrero y va a ganar más títulos. Es un gran tipo y me alegra que haya aceptado pelear'', agregó.

Mosley contrató a Nazim Richardson para que lo entrenara para esta pelea en sustitución de su padre, Jack, y el cambio funcionó a la perfección.

El combate se efectuó ante unos 20.820 aficionados, el número más grande que jamás haya asistido al Staples Center desde su inauguración en octubre de 1999.

Por su parte, Margarito comentó que "me siento bien. Sólo fue que me golpeó una y otra vez''. El mexicano fue llevado posteriormente a un hospital donde fue revisado.