Después de perder con Boca su primer superclásico como entrenador de River, Néstor Gorosito fue honesto. No apeló al manual de las excusas de verano. Se mostró sinceramente preocupado por cómo jugo y por cómo perdió su equipo ante el "xeneize" (2-1). "Con Boca no hay partidos de verano ni de invierno. La cuestión es que los clásicos hay que ganarlos y ellos lo ganaron", fue su definición a prueba de excusas.
Pipo admitió que "preocupa perder y también por la forma en que se perdió". "Tuvimos la pelota, pero sin ideas y si vos no tenés ideas es mucho más difícil ganar. No es sólo por falta de tiempo de trabajo lo que nos pasó", señaló. "El tema es el volumen de juego", admitió Gorosito. "Eso no nos permitió hacer prevalecer el hombre de más que tuvimos, porque cuando vos no tenés el juego suficiente es imposible llegar con peligro al área de enfrente", explicó.
La imagen que River dejó no fue muy distinta a la de su pasado reciente y por eso la falta de confianza de los jugadores vuelve ser protagonista. En ese sentido reconoció que "puede ser que haya algo desde lo anímico que se venga arrastrando, pero se supera con los triunfos y con los resultados".
Gorosito también explicó los cambios: "Con el ingreso del Flores por Rosales, que lo tuvimos que infiltrar en el entre tiempo por un golpe en las costillas, buscamos generar un poco más de juego".
"Con Fernández -agregó- buscamos tener un poco más de potencia arriba para acompañar a Falcao que no le llegaba la pelota clara y tenía que estar buscando permanentemente de espaldas", dijo. Y sobre el ingreso de Santiago Salcedo, explicó: "Fue para ver si podíamos hacer un gol de pelota parada, ya que nos costaba mucho llegar jugando".