Empezó el año más tarde que todos, sus emblemas futbolísticos siguen afuera, aún así Boca es más que sus rivales, pero sobre todo, más que River. Su entrenador, Carlos Ischia, resaltó el equilibrio que tuvo su equipo para ganarle 2-1 a su superclásico rival, tras ir perdiendo 1-0 y con un jugador menos.

"River casi no nos inquietó", fue la desafiante definición del técnico "xeneize".

River, continuó diciendo Ischia, "sólo tuvo un cabezazo con Falcao en el primer tiempo y especialmente en el segundo ellos no patearon al arco". "Cerramos bien los espacios, con lo cual le complicamos todos los caminos al rival y cuando tuvimos la pelota, tratamos de manejarla y lo hicimos bastante bien".

La expulsión del volante central, Sebastián Battaglia, y pieza clave del funcionamiento xeneize, más el gol de River que llegó en la jugada siguiente, pareció cambiar el partido. Pero el entrenador explicó: "Nos tuvimos que ordenar después de la expulsión".

El cambio de Leandro (por Gracián) fue pensando en que ya llevaba dos partidos y medio, venía con algunas molestias por una sobre carga y Cristian (Chávez) nos daba el estar fresco y nos servía para cumplir una doble función, volante por derecha y de creación".

"Aparte Jesús (Dátolo) ya lo estaba haciendo muy bien por su lado y por suerte equilibramos muchísimo el medio y casi ni sentimos la ausencia de Sebastián, porque creo que River casi ni nos creó situaciones", contó el DT.

La enjundia y el orden de Boca parecieron las claves de la victoria de anoche. "Los triunfos no vienen sólo por entrega o sólo por fútbol", confió Ischia, quien consideró que se "combinaron bien las dos cosas".

"Sabemos que empezamos en desventaja con todos los demás equipos porque en algunos casos tenemos hasta casi diez días de diferencia de puesta a punto, por eso estamos aprovechando todos los días y con estos partidos agarramos confianza y nivel futbolístico", concluyó.