CIPOLLETTI (AC).- El 2008 será recordado en la Liga Confluencia no sólo por los títulos que consiguieron en primera Obrero Dique y Unión de Allen, sino también por la gran cantidad de hechos de violencia que se registraron en la temporada y que involucraron tanto a los grandes como a los más chicos.
En lo deportivo, el Apertura estuvo dominado por Obrero Dique, que armó un equipazo y consiguió su primer título en 49 años de vida. El título lo aseguró nada menos que en el Luis Maiolino donde se impuso 2-0 a Roca y terminó tres puntos arriba de Atlético Regina.
Los de Barda del Medio dominaron de punta a punta y quedaron invictos: ganaron 7 y empataron 3, y su goleador fue Emiliano Paponi con 7 gritos.
El Clausura quedó en manos de Unión y fue un torneo escandaloso. Justo en la etapa definitoria se enfrentaron el equipo allense y Fernández Oro. El partido lo ganaba 2-1 el "Mago" pero de repente todo se transformó en piñas, patadas y corridas entre los dos planteles. Hubo una sanción "pesada" para varios, pero Unión no aflojó y llegó a la última fecha con la necesidad de rescatar al menos un punto ante su clásico rival, Alto Valle. Fue una tarde gloriosa para el equipo de Fabián Pacheco porque goleó 7-2 y se llevó el trofeo mayor.
En las divisiones inferiores fue de los peores años que se recuerden. Hubo incidentes de todo tipo que obligaron a terminar un torneo antes de tiempo y el otro a jugarlo con custodia policial. Los graves problemas de los clubes, la dependencia excesiva de los gobiernos y la inexperiencia dirigencia, se conjugaron para que varios equipos tuvieran que abandonar el Apertura antes del final. Por las bajas, la Liga terminó el torneo antes de tiempo.
En el segundo torneo del año las cosas empeoraron porque se sumó la violencia entre los chicos, que obligó poner custodia policial en los partidos.
A eso se agregó un final con los chicos jugando en horarios "inhumanos". En las últimas fechas se disputaron partidos a las 13 y 14, bajo un intenso calor.
En el ocaso de la temporada Antonio D' Angelo reemplazó a Tomás Ibáñez en el sillón mayor. Habrá que ver si bajo la conducción del otrora vicepresidente, la Confluencia puede definitivamente recuperar el nivel de juego y conducta.