NEUQUÉN (AN).- El 2008 marcó la consagración en la Liga de Fútbol de Neuquén (Lifune) de dos permanentes animadores de los torneos de primera de los últimos años, pero que no siempre se coronan como los mejores. De hecho, Maronese, el campeón del Apertura, suma dos títulos -hay que tener en cuenta que es una entidad relativamente nueva en el fútbol federado- y Petrolero, el del Clausura, tiene tres, a lo largo de la historia liguista.

"Maro", con la conducción de Cristian Bravo, sumó 35 puntos y le sacó dos de ventaja a Patagonia, uno de los conjuntos más regulares del año y que terminó bien arriba en la tabla general. El elenco del oeste festejó al imponerse a Villa Iris, otro de los mejores del 2008, por 3 a 1 en la última jornada.

Entre las individualidades destacadas en el "Dino" hay que apuntar a Nelson Churrarín, José Rickemberg, Alfredo y Gabriel Lineares, y la dupla goleadora Ramiro García (9 tantos)-Mario Barros (8). Hay que tener en cuenta que Maronese, si se hiciera una tabla general, fue el mejor del año (ver cuadro).

En el segundo semestre, Petrolero Argentino no arrancó bien, pero con el correr de las fechas fue enderezando el rumbo y terminó a toda orquesta con la merecida vuelta olímpica. Metió una ráfaga de diez triunfos en serie y con ello tomó la punta para consagrarse, incluso, una fecha antes del cierre.

Los "naranjas" sumaron 40 puntos y le sacaron tres de luz a Villa Iris, que fue el escolta y estuvo al comando de las posiciones varias jornadas. El DT Ariel San Martín tuvo como elementos destacados a Mauricio Inostroza, Matías Almendra, Javier Cares, Enrique Zapata, Fabián Sambueza y el goleador Ricardo Campos.

Por el lado de las divisiones formativas, hay que apuntar el doblete de Independiente rojo en predécima y la buena gestión general de Patagonia, que en la sumatoria total de la categorías, fue el mejor y logró tres títulos en el año.

Don Bosco, Unión Vecinal, Maronese, Alianza -éste no se coronó en ninguna- e Independiente anduvieron bien en los juegos sabatinos.

En lo negativo hay que apuntar a hechos de violencia entre hinchadas, que derivaron incluso en par

tidos jugados a puertas cerradas y, también a peleas de jugadores y colaboradores dentro de las canchas.

En las formativas varios encuentros finalizaron por inferioridad numérica de algunos de los equipos, hubo particulares y padres que invadieron campos de juego, agresiones a los árbitros -tanto de palabra como de hecho-, falta de personal paramédico, ausencias de escuadras a la hora de comenzar los partidos, todas causas de suspensiones y programaciones incompletas. El mal estado general de los campos de juego o la escasa cantidad, también entra en el rubro del debe.

Para este año se estudian cambios en la forma de juego de los torneos. La búsqueda apunta a bajar costos y para ello se reflotaría la iniciativa de dividir a los participantes por zonas geográficas, para reducir los traslados.

Las nuevas autoridades de Lifune, que están en sus primeros meses de gestión, esperan propuestas de los clubes afiliados para la primera asamblea del año, cuando se defina el calendario.