Carlos Sainz se mostró satisfecho por ganar la segunda etapa y convertirse en el nuevo líder del Rally Dakar, aunque destacó la dureza de la prueba. "La segunda etapa resultó mucho más excitante que la primera. Fue muy difícil por las motos y el polvo, que nos causaron muchos problemas".
"Hubo tramos en los que prácticamente había que parar a cero", sintetizó el piloto que puso adelante a una de las Volkswagen Race Touareg de uno de los equipos más poderosos del Dakar.
Agregó que "en un momento choqué a un motociclista de la policía, sólo espero que se encuentre bien".
Sainz contó que "no pudimos parar el auto porque existía la posibilidad de quedarse encajados".
El bicampeón mundial de rally indicó que "la primera parte de la etapa fue particularmente rápida. Nos perdimos una vez, pero mi navegante Michel Perin trabajó excelente bajo estas condiciones".
El escolta de Sainz es su compañero de equipo, el sudafricano Giniel De Villiers, quien después de llegar a Madryn destacó que "el principio de la especial fue muy rápido pero en cuanto empezamos a andar a campo traviesa, la navegación no fue nada fácil".
De Villiers reconoció que "nos perdimos un poco, pero mi navegante respondió muy bien en el momento justo".
Aseguró también que "habremos perdido cosa de un minuto o dos, sino podíamos pelear por la victoria con Sainz y Peterhansel".
"Después, en el último tramo, había mucho fech-fech, así que nos resultó muy difícil adelantar a las motos", consideró De Villiers, quien ratificó sus condiciones para las pruebas de rally raid y se mantiene en un expectante segundo lugar.