Cuando hablamos del Dakar, pensamos lo imposible, peligroso, místico y a su vez emocionante. Quienes tuvimos la oportunidad de participar de un Rally Raid a nivel mundial, sabemos que eso es así El sufrimiento y el cansancio se compensan con la amistad, la camaradería y por sobre todo las ansias de llegar a la meta. El mejor motor es el corazón. Eso es lo que se siente en una prueba de este tipo y la satisfacción de haber logrado un objetivo.

Las vueltas del destino quisieron que el rally se traslade a Sudamérica y ahora se presenta el gran desafío, que el Dakar tal vez, se asiente definitivamente en esta zona. Es la prueba off road más extrema junto al Rally "Dos Sertôes". que se disputa en Brasil, y "la Baja California", de Estados Unidos, la más difícil de organizar y de satisfacer los intereses de lo involucrados.

Todo tiene su tiempo y al Dakar hay que darle su oportunidad de ganarse su espacio en esta región.

Hoy los raids avanzaron tecnológicamente, nada queda librado al azar, las medidas de seguridad son extremas, gps, sentinel, iritrak, permiten en todo momento ubicar la posición, controlar los sobrepasos y efectuar la localización de piloto que esté en competencia, perdido o accidentado.

Tampoco se transita a campo traviesa como comúnmente se piensa, salvo en contadas excepciones, por lo contrario se utiliza una puntillosa hoja de ruta que guía al piloto en el trayecto a seguir por los caminos habilitados.

Los organizadores se preocupan también en cumplir programas de asistencia social y cuidado del medio ambiente. No se trata de atentar contra la naturaleza sino disfrutar de ella y cuidarla.

El Dakar tiene muchas caras, una frase que siempre se repitió, quizá demasiadas, pero hasta ahora ninguno de los nuestros había tenido la posibilidad de vivirlo en directo y esta será la mejor de todas ellas.

Argentina se ganó a pulso el ser protagonista de este especial Dakar, el rally más duro y difícil del mundo, nuestra geografía y la gente no defraudarán a los visitantes.

DR. EDGARDO VEGA