Apenas el árbitro Alejandro Juan pitó el final del primer tiempo, hubo corridas en las dos hinchadas.
Primero en la de Independiente, cuyos hinchas se ubicaron en la cabecera popular que da a la ruta 22. Aparentemente los disturbios comenzaron cuando algunos simpatizantes comenzaron a cruzarse proyectiles con hin
chas locales que estaban apostados en las afueras del estadio.
Los incidentes llevaron a movilizar a la barra local, que ocupaba su lugar en la tribuna que da a la calle Buenos Aires. Fue entonces cuando la policía reprimió con algunos balazos de goma.
Poco a poco las cosas fueron volviendo a la normalidad, pero todo el entretiempo se vivió con nerviosismo. Hubo una tensa calma hasta que Roca regresó de los vestuarios. Independiente en cambio, decidió descansar en el mismo campo de juego a la espera de la reanudación. Luego, se desarrolló todo sin mayores inconvenientes.