Como la lógica lo indicaba, José M. López se consagró ayer nuevo campeón del TC 2000, después de que Martín Basso ganara la última prueba del certamen el circuito callejero de Punta del Este ante una multitud. Si bien el ex tester del equipo Renault de Fórmula 1 finalizó séptimo, prácticamente ya se había asegurado el título con una ventaja casi indescontable para su compañero de equipo Juan M. Silva, quien terminó sexto.
La escudería Honda liderada por Víctor Rosso consiguió la "triple corona" o todo lo que estaba en juego, porque se quedó el título de marcas, el de equipos y el de pilotos.
La prueba fue ganada por el Basso, seguido de Guillermo Ortelli, quien consiguió el subcampeonato coronando un año brillante. Tercero quedó Norberto Fontana.
La prueba tuvo un desarrollo acorde con las características del trazado emplazado junto al mar en esa ciudad balnearia, tuvo tres autos de seguridad y finalizó por límite de tiempo con un total de 24 vueltas, 14 a velocidad lanzada y 10 neutralizada.
De movida fue Basso el que tomó la delantera y nunca ese privilegiado lugar fue amenazado por Ortelli. Las tres neutralizaciones fueron por choques a los murallones, primero fue Lucas Benamo y Mariano Werner no lo pudo esquivar, los que determinaron el primer ingreso del auto de seguridad. En el giro 11 fue Gustavo Der Ohanessián el que se pasó de largo y terminó dándole de frente y de atrás al paredón. En la vuelta 20 el que terminó con todo el auto roto fue Daniel Belli.
"Pechito" superó a Silva en la vuelta 4, pero cuando ya estaba todo definido el cordobés le cedió el lugar al "Pato".
El TC 2000 cerró un año con un López intratable que sumó 8 poles (5 seguidas) y cuatro victorias.
Sin dudas, el título quedó en poder de quien hizo más para llevárselo. Así, el cordobés nacido en Río Tercero, de 25 años, sumó su primera corona fuerte en el automovilismo nacional. "Soy un tipo súper competitivo. Me gustaría ser un referente en el automovilismo argentino", afirmó. Tiene todo para cumplir con su objetivo.