Independiente cerró un fin de semana perfecto en la Liga Nacional de básquet al imponerse ayer ante Boca por 77 a 75 (30-37), en el marco de la cuarta fecha de la segunda fase de una competencia que lo tiene como escolta del solitario líder Atenas.
Dos triunfos de visitante ante calificados rivales como Quilmes -lo dejó sin invicto en el Once Unidos- y el "Xeneize" reafirmaron el buen momento que atraviesa el "Rojo" y los excelentes rendimientos que genera fuera de casa.
Los 18 segundos finales fueron interminables, pero en el medio de las imprecisiones, fue el quinteto neuquino el que tuvo la cabeza fría y la mejor mano para quedarse con el triunfo. Cedric Moodie rindió poco, pero metió los libres que aseguraron la victoria.
La cosa no arrancó bien para Independiente, porque perdió los primeros diez minutos por 23 a 9. Los dirigidos por Mauricio Santángelo no pudieron controlar a Gabriel Fernández (10 puntos en el tramo), mientras que en la ofensiva sucumbieron ante la defensa en zona que propuso el rival.
Los buenos ingresos de Martín Melo y Nathan Mielke, más el aporte regular de Jervaughn Scales, le permitieron al visitante reducir la diferencia en las cifras. Por eso se fueron al descanso sólo siete puntos abajo (37-30).
Hasta ese momento los extranjeros que desequilibran en el "Rojo" no aparecían. Moodie no había convertido y Brice Assie sólo anotó un libre.
A la vuelta de los vestuarios, se mantuvo la levantada del "Rojo" y, con Assie ahora si en su nivel (hizo 14 puntos en el tercer cuarto), logró ponerse en partido y llegar al final del tercer período igualados en 58.
Por el lado del local, Carl Edwards y Mark Bortz, eran los que preocupaban.
Assie, Marín y el apuntado Moodie convirtieron los 19 tantos de Independiente en el último cuarto, pero todo el equipo se "mató" en defensa para bajar la efectividad de las vías de gol de Boca y obtener otro valioso éxito afuera.
El "Rojo" volvió a rendir en gran forma fuera de casa y se mantiene en la parte de arriba de la tabla . Assie voló en la "Bom-bonerita".