Tigre trastocó la decepción en festejo, después de soportar una temprana desventaja de 0-2 y revertirla en victoria por 3-2 sobre Rosario Central y alcanzar la punta del torneo Apertura, por cuyo título saldrá a jugar ante Banfield el próximo fin de semana. El delantero Carlos Luna, autor de dos goles, fue la gran figura del partido, bien apoyado por Diego Castaño, protagonista de sobresaliente importancia en esos dos tantos.

Doble golpe

Central castigó duro a Tigre y sus ilusiones en los quince minutos del primer tiempo, con dos llegadas que lastimaron al conjunto de Diego Cagna y a los 11 minutos ya ganaba por 2-0 con sendas jugadas colectivas muy buenas.

A los 4 minutos Omar Zarif inició una buena jugada con pase perfecto por la derecha hasta la línea de fondo, seguida por un centro de Equi González al primer palo, que Caraglio frenteó al gol.

Tigre quedó aturdido y Central lo aprovechó. Caraglio metió un pase en profundidad para González, cuya carrera partió desde su propio campo y tras hacer 30 metros definió abajo, al primer palo de Daniel Islas.

Tras el segundo gol, Central volvió a cometer los errores que sufrió en gran parte del campeonato, cediendo terreno y pelota al rival y puso en riesgo la ventaja.

Tigre anunció que se le iba encima y a los 29 minutos llegó el descuento con un gol de gran calidad, por pase y definición. Diego Castaño cortó una pelota en el medio, y con un pase brillante de 30 metros se la entregó a Luna, que definió al segundo palo de Broun.

Revivió Tigre y mostraba condiciones para llegar al empate y seguir con las ilusiones de título y a los 41 logró el empate. Tras un córner de la derecha, Castaño se elevó y con un cabezazo estrelló la pelota en el palo y en el rebote Luna puso el 2-2.

Corazón y fútbol

En el segundo, el partido se hizo más parejo, sobre todo en la primera mitad. Inclusive, Central estuvo cerca dos veces, con sendos disparos de Zarif y del ingresado José Zelaya, y en ambos se lució el arquero Islas.

El técnico de Tigre, Diego Cagna, hizo a los 26 minutos un cambio que rindió a pleno. Sacó a Martín Morel, el gran jugador de este torneo, pero que ayer no apareció, y metió a Lázzaro que

venía apagado como goleador pero apareció en el momento justo.

En los últimos quince minutos, Tigre se acercó un par de veces, especialmente con un cabezazo de Luna que se fue a unos centímetros. A los 35 llegó el gol, con una jugada de Altobelli por derecha, metió el centro corto atrás sin que Central ponga resistencia, y Lázzaro tuvo tiempo para pararla y meter la pelota junto a la derecha de Broun.

La celebración de Tigre fue enorme porque el triunfazo en Rosario lo convirtió en puntero del Apertura, junto con San Lorenzo y Boca. Ahora todo se definirá en la última fecha. Y porque ahora todo vuelve a depender de Tigre, el sueño de campeón sigue intacto.