Boca se hizo fuerte en “La Ciudadela”, le ganó 2-1 a San Martín y quedó como único puntero del Apertura, ya que aprovechó como nadie las derrotas de San Lorenzo y Tigre, otrora líderes del torneo.
La de la tarde-noche tucumana fue una victoria personal también de Carlos Ischia, que puso los dos “tanques” de ataque y no lo defraudaron: Lucas Viatri y Luciano Figueroa marcaron para la victoria.
El partido empezó con un protagonismo total de Boca, que con las proyecciones por izquierda de Jesús Dátolo llegó reiteradamente al arco de Gutiérrez, aunque no era demasiado peligroso. Por su parte, a San Martín le costó diez minutos acomodarse en la cancha para comenzar a generarle peligro al arquero Javier García.
La primera jugada seria del encuentro se produjo a los 10, con un remate desde fuera del área del tucumano Raúl Saavedra que se fue por arriba. Nueve más tarde, Mario Turdó lo tuvo con un cabezazo, pero el balón salió desviado.
La visita tenía la pelota, pero carecía de profundidad. A los 22, Facundo Pérez Castro lo tomó de la camiseta a Luciano Figueroa y el juez Carlos Maglio cobró penal. De la ejecución se hizo cargo Riquelme, quien tiró un débil remate que Gutiérrez controló en dos tiempos.
Después de eso, San Martín se agrandó y tuvo, a los 24, la oportunidad de abrir el marcador con un tiro libre de Gerardo Solana que pegó en el travesaño. Pero a los 36 llegó una nueva escapada de Dátolo, centro al área y Gutiérrez dejó pasar el balón. Saavedra se confió ante Alvaro González, el uruguayo le ganó al tucumano y tiró el centro atrás para que Viatri defina solo.
En el complemento, el local mejoró con el ingreso de Gustavo Ibáñez porque tuvo más movilidad en los últimos metros. A los 14, el elenco tucumano consiguió la igualdad con un imponente remate desde fuera del área de Raúl Saavedra, que ingresó por el ángulo superior izquierdo de García.
San Martín disfrutó poco tiempo el empate porque a tres minutos de conseguirlo, Boca se volvió a poner en ventaja.
Riquelme, quien apareció en cuenta gotas, ejecutó un tiro libre de manera magistral picando la pelota para el costado izquierdo del área. Figueroa empalmó de zurda y de primera el balón para volver a poner arriba a su equipo, y comenzar a pagar con goles su llegada.
Tras el 2-1, el partido se hizo de ida y vuelta, pero no hubo situaciones claras frente a los arcos. El juego se volvió trabado hacia el final y Boca aguantó la diferencia, que le permite volver a estar en la cima del certamen y seguir soñando con la obtención del título. Ahora la preocupación es de San Lorenzo y Tigre.

Una fiesta

El de ayer no fue un partido más, al menos para miles y miles de tucumanos. El estadio “La Ciudadela” estuvo colmado por miles de almas que no tuvieron problemas en enfrentar los 40 grados de temperatura.
Todos ellos pugnaron por una entrada y no tuvieron objeciones en desembolsar por un ticket entre 200 y 350 pesos. Es que el equipo “Xeneize” no visitaba la provincia desde el 13 de junio de 1993.
Ese día Boca, que no tenía chances de ser campeón, se impuso por 2-1 ante el “Santo”, con goles del “Colorado” Carlos McAllister y el “Betito” Carranza”, a seis minutos del cierre del juego. El transitorio empate fue obra de José Zelaya.
Ayer la cancha tucumana mutó en una verdadera fiesta, más allá de que el resultado final no favoreció a los locales. Es que Boca, como River, es un club que mueve multitudes... Y pasiones.

“El más importante”

Carlos Ischia no anduvo con vueltas ni medias tintas. Se colocó delante de la prensa y señaló que el de ayer fue “el partido más importante” para Boca debido a que le “permite llegar a lo más alto” del torneo.
De todas formas, el calvo entrenador señaló que hay que mantener la calma: “Hacer cálculos ahora no es bueno. Uno tiene que esperar y ganar el partido que viene. Hay que seguir peleando, luchando y tener fe que podemos llegar punteros hasta el final”.
Para Luciano Figueroa, el gestor del triunfo, ahora que el “Xeneize” volvió a la cima de la competencia “no hay que cometer más errores”, porque “es la única forma de lograr el objetivo”, que es obtener el torneo Apertura.
Mientras que su amigo Juan Román Riquelme dijo que el ahora único líder “ fue “un poco más” que San Martín de Tucumán, pero también pidió calma ya que “todavía falta mucho” para finalizar el campeonato.
Mientras, Morel Rodríguez fue terminante: “Teníamos que ganar, jugando bien o mal. Lo logramos, eso es lo importante”.