CENTENARIO (AN).- Independiente logró un combo perfecto: venció a Huracán de Comodoro Rivadavia (1-0), se olvidó de la dura derrota de la semana pasada a manos de Cruz del Sur y quedó como único líder del Grupo 2, privilegio que le arrebató justamente al "Globo".
La victoria conseguida en el Gigante del barrio Sarmiento es el mejor alimento anímico de cara a las dos fechas de visitante que deberá afrontar el equipo de Omar Dehais, en Madryn ante el Deportivo y en Tandil frente a Grupo Universitario.
Los espectadores fueron los menos agraciados de un partido en el que se habían levantado muchas expectativas. De entrada nomás, el horario del cotejo se atrasó una hora (porque dos horas antes terminaron de jugar por Lifune, Centenario vs. San Lorenzo) por lo que muchos soportaron una larga y tediosa espera. Ya en la cancha, los equipos ofrecieron muy poco y se cuidaron más de la cuenta. En los primeros 20' el balón rodó generalmente por pies visitantes, y a la inversa en la última mitad de la primera etapa.Tedio puro, sin ideas, mucha tránsito en la mitad de la cancha y poco andar por las áreas.
Poco y nada cambió a la vuelta de los vestuarios. Los 15' del comienzo mostraron a un Huracán más ordenado y ambicioso, que buscó con disparos de media distancia (pasaron cerca los de Ancatén y Marchant), pero que se quedó con el correr de los minutos. El "Rojo" salió un poco del sopor con el ingreso de Ricardo Wisniewfki, que le aportó más juego y movilidad.
De más está decir que en un partido así, el que hacía el primer gol ganaba, y ahí acertó el local. El héroe fue nada menos que Ramiro Rubino, excluido de la formación titular. El volante llevaba apenas un minuto en cancha, cuando aprovechó un balón que deambulaba en el área visitante, de rebote en rebote, para marcar la diferencia y darle al "Rojo" el liderazgo.