CIPOLLETTI.- Nada era lógico. Cipolletti, acostumbrado a transformar a sus rivales en víctimas en su cancha, era superado por un equipo de los más irregulares de la competencia. Huracán de Tres Arroyos ganaba por 1-0 cuando un par de "chispazos" en las torres de iluminación anunciaron el final. La oscuridad se devoró las formas y el partido se suspendió.
El reloj marcaba 13 minutos del complemento cuando el apagón provocó el cierre imprevisto de un partido que, después de muchas deliberaciones, se completará hoy a las 10 de la mañana.
La deslucida imagen que expuso el "Albinegro" en Mar del Plata se repitió, pero esta vez en La Visera. Un equipo impreciso, desprovisto de las luces que evidenció en partidos como contra Villa Mitre, sin ideas.
Huracán de Tres Arroyos fue un hueso duro de roer porque fue más ordenado e inteligente
que el equipo de Perilli, porque supo que un empate le servía, pero, con el correr del reloj, se dio cuenta que lo podía ganar.
Firme en el fondo y dispuesto a jugar de contra, el "Globo" hizo un mejor primer tiempo y no se fue al descanso en ventaja porque, a los 22, Raúl Ruiz se vistió de "Hombre araña" y tuvo dos atajadas descomunales.
Cipolletti no pesó por sus carriles y al tridente de ataque siempre lo absorbieron. La jugada recurrente fue el pelotazo de Martínez para la escalada de Nahuel por izquierda, algo que nunca funcionó. La única clara del local terminó siendo un gol anulado a Padua por supuesta falta al arquero Escobar, una devolución de gentileza ya que antes el árbitro Bistocco le había dicho no a un tanto de Barth.
Pero este defensor tuvo su revancha al minuto del epílogo, cuando empujó un balón que quedó rebotando tras un córner. El local pudo empatar con un cabezazo de Medina que chocó con los reflejos de Escobar. Después, llegó la oscuridad total.