En una verdadera lección de boxeo, el veterano Bernard Hopkins dominó desde el campanazo inicial a Kelly Pavlik, para derrotarlo por una clara decisión unánime en una pelea entre medianos, sin títulos en juego.

Hopkins, de 43 años, usó sus veloces combinaciones y una defensa casi perfecta para confundir a Pavlik, de 26 y campeón del CMB y la OMB, quien tuvo que subir 10 libras (4,54 kilos) para el combate.

"Pienso que fue mi mejor actuación, mejor que ante Antonio) Tarver, mejor que contra (Félix) Trinidad, mejor que contra Oscar (De La Hoya), mejor que mis 21 defensas del título'', dijo Hopkins. Y remató con un contundente: "Estoy extremamente feliz''.

El ex campeón recibió tarjetas de 119-106 del juez Alan Rubenstein, 117-109 de Bárbara Pérez y 118-108 de Steve Weisfeld.

Lo desparejo de la pelea fue evidente desde el inicio, y Hopkins disfrutó la paliza que le dio a su joven rival.

En el quinto asalto, Pavlik estaba sangrando por la nariz y al promediar el séptimo, casi logra

una definición por la vía rápida. "Él es un gran peleador, pero yo sabía que mi estilo y mi rapidez eran subestimados y yo le iba a dar problemas esta noche'', agregó un agrandado Bernard.

Pavlik (34-1) nunca dañó a su rival y minutos después de la derrota fue clarito: "No pude despegar".

"No sé por qué. No fue su habilidad. Simplemente no estuve bien. No pude hacer nada de lo que estoy acostumbrado a hacer. Voy a sentirme mejor regresando a mi peso'', agregó.

La muchedumbre fue al reducto de Atlantic City para alentar al invicto Pavlik, que había vapuleado a Gary Lockett en su primera defensa titular en junio, pero se quedó con las ganas. Cuando estuvo en apuros corearon su nombre, pero al final se dieron cuenta de la superioridad del rival.

La noche terminó con un ruidoso "B-Hop, B-Hop!", una merecida ovación para un boxeador de otra categoría, que estaba 1-4 en las apuestas, pero le dio una lección al doble campeón. Y volvió a demostrar que viejos son los trapos.